Después de dos meses de un parón total del turismo, con la apertura de los bares, algunos museos y la mayor movilidad que permite la desescalada en Córdoba, los pueblos van recuperando poco a poco, aunque tímidamente, las visitas.

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Uno de los más cercanos a la capital, Almodóvar, reabrió su castillo el lunes 25 de mayo y ya ha comenzado a recibir visitantes, aunque de momento, en esta fase 2, solo de cordobeses. Su directora, Rocío Aceña, comenta que «la afluencia es la que esperábamos, que iba a ser flojita en las primeras semanas», pues entre el sábado y domingo han recibido a unas 60 personas, cuando lo normal en un día está entre 500 y 700. Aceña insiste en que se han tomado «protocolos muy exhaustivos de seguridad e higiene» y que no hace falta reservar, solo acercarse al castillo, pues el aforo es de 2.500 personas.

En la Subbética, las oficinas de turismo aún no están a pleno rendimiento, pero ya se han registrado las primeras visitas a las localidades de la comarca, todas de residentes en la provincia y en unas cifras muy alejadas de lo que en un año normal sería esta época el año, en plena temporada alta. Un claro ejemplo de esta vuelta a la normalidad lo tenemos en Doña Mencía, donde este fin de semana 60 autocaravanistas han participado en un paseo por la Vía Verde y el Parque Natural de las Subbéticas, mientras que otros 20 visitaban el museo del vino.

En Luque, el día 18 se abría su oficina de turismo, mientras que Almedinilla y Lucena hacían lo propio al comienzo de esta semana, posponiéndose en el caso de Rute a los próximos días. En Priego, donde ya se han contabilizado las primeras visitas después del confinamiento, entre el 3 y el 8 de junio está prevista la apertura al público de museos y de la Oficina de Turismo, que ha seguido atendiendo telefónicamente, particularmente en los últimos días, en los que se han disparado las consultas sobre la oferta de alojamientos.

Recuperando el pulso

En Cabra, la apertura en estos días de bares, restaurantes y cafeterías, junto a sus museos, ha propiciado que la ciudad vaya retomando su pulso y una vida parecida a la de antes del confinamiento. Todo ello acompañado del levantamiento de ciertas restricciones y limitaciones en los tramos horarios de salir a la calle, que también ha provocado que algunos de los enclaves más significativos del patrimonio local hayan sido visitados ya no solo durante las horas de paseo, sino también a cualquier hora del día, como los parajes naturales de la Fuente del Río y la Fuente de las Piedras e, incluso, el santuario de la Virgen de la Sierra.

El Ayuntamiento de Lucena también ha recuperado en esta fase de la desescalada la apertura de los edificios turísticos, que se pueden visitar de lunes a domingo. Desde el pasado martes se han abierto, aunque sin visitas guiadas por impedimento del protocolo de seguridad, el Castillo del Moral, el Palacio de los Condes de Santa Ana y la Casa de los Mora, si bien con limitaciones, solo en horario de mañana, de 10.00 a 14.00 horas, reduciendo su aforo a un tercio de lo permitido y exclusivamente para visitas turísticas, no permitiendo la celebración de actividades grupales.

Buena gastronomía

Por otra parte, en Los Pedroches son escasos los visitantes que acuden desde el territorio provincial para, si acaso, disfrutar de la buena gastronomía haciendo reservas en algún bar o restaurante. A esas escapadas ayuda poco que en la fase 2 permanezcan cerrados los museos y centros de interpretación de la comarca y que las romerías y fiestas populares se hayan suspendido.

Por el contrario, a las oficinas de turismo, que permanecen cerradas pero con atención telefónica y correo electrónico, las demandas que existen, y en número creciente, son las que tienen que ver con alojamientos rurales para familiares o grupos de amigos, con la limitación de personas congregadas y de aforos. Se trata de personas en su mayoría de Córdoba capital, pero también las hay de otros lugares de la provincia y fundamentalmente para escapadas de fin de semana, buscando también la piscina.

Desde el Centro de Iniciativas Empresariales y Turísticas de Los Pedroches (CIET) señalan que muchos propietarios de los alojamientos ofrecen mascarillas y otras medidas de protección a sus inquilinos temporales por si quieren realizar recorridos por los pueblos, pero de momento se están quedando preferentemente en la casa rural.

Las expectativas están puestas en el momento en el que se suavicen las restricciones.