El profesor de la Universidad de Córdoba Angel Ventura fue el encargado de explicar el otro espacio que se ha puesto en valor, las terceras termas que se hallan en el yacimiento y que «son las mejor conservadas de España a nivel de arquitectura termal». Ventura explicó que se dividían en tres salas, según la temperatura del agua, y que la mejor conservada, el caldarium, mantiene todos sus componentes más característicos: una calefacción de doble suelo, una bañera de mármol de agua caliente y una pileta circular donde los bañistas se hidrataban con agua fría. Las termas datan de la primera mitad del siglo I d.C., aunque perduraron hasta principios del siglo III, momento en que se revistieron las paredes de estuco y se intentó incrementar la capacidad de calefacción de la sala anulando las taquillas del lado norte y construyendo una pared hueca para que el calor irradiara desde el suelo y la pared.