La comarca de la Subbética, situada al sureste de la provincia en un terreno montañoso de gran riqueza ecológica, conserva varios ejemplos de asentamientos rurales de época romana entre los que destacan El Ruedo, en Almedinilla, y la villa de Mithra, en Cabra.

Durante la segunda mitad del siglo I, ya en plena romanización del territorio, «asistimos en la Subbética cordobesa a una auténtica eclosión poblacional básicamente rural», según relata el profesor de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla José Ramón Carrillo Díaz-Pinés en su estudio El poblamiento romano en la Subbética cordobesa. «Se trata -añade el profesor- de una auténtica colonización rural en la que se ocuparon tierras hasta entonces sin explotar y yacimientos que parecen haber estado abandonados desde época republicana».

En este contexto, en la localidad de Almedinilla se encuentra la villa romana de El Ruedo, una especie de cortijo de la época que hoy se ha convertido en un importante reclamo cultural y turístico. Aquí los investigadores han documentado dos partes diferenciadas, una residencial, la denominada pars urbana, y otra dedicada a la producción, las pars rustica.

La zona residencial, «bastante espectacular y una de las mejor conservadas de la península ibérica», según el arqueólogo municipal y director del Ecomuseo del Río Caicena de Almedinilla, Ignacio Muñiz, reproduce «los lujos y las comodidades que podía tener una casa romana en una ciudad».

Entre las cuestiones más sobresalientes de esta zona destacan «la cantidad de pinturas que se han conservado sobre las paredes, que son un caso excepcional y la cantidad de esculturas que se encontraron» en el yacimiento y que hoy se pueden visitar en el Museo Histórico de Almedinilla.

La estatua en bronce del dios del sueño (Somnus), «original y poco frecuente», es una de las piezas más significativas. Formó parte de las tallas domésticas dedicadas a los dioses protectores de la villa, los llamados lares.

En el área residencial de El Ruedo se conservan también la sala de recepción, el lugar en el que el propietario mostraba «todo su lujo y su poder», y la mesa en la que comían, de forma semicircular. Esta mesa está asociada a una fuente o ninfeo, algo «bastante original de esta villa romana» que, según Ignacio Muñiz, se relaciona con «la explosión de tipo suntuoso» de estos espacios «que se inauguran con el emperador Adriano».

Mientras, en la zona dedicada a la producción en esta villa se han encontrado «las viviendas de esclavos y colonos, restos de una almazara de aceite, de lagares para pisar la uva, silos para almacenar el grano, una zona de trabajo de metal y hornos cerámicos». Almedinilla conserva también otro yacimiento, el Cerro de la Cruz, de origen ibero, destruido en un «incendio provocado» a mediados del siglo II antes de Cristo, lo que «probablemente» lo sitúan en el período de Viriato y las revueltas indígenas contra el poder de Roma.

La villa de Mithra

En Cabra encontramos otro de los ejemplos de asentamiento rural en la Subbética. Se trata de la villa de Mithra o de la Fuente de las Piedras, localizada a poco más de 2.000 metros de la plaza Vieja de la localidad, «o que es lo mismo, del asiento del oppidum ibero y posteriormente municipio romano de Igabrum», como explica el arqueólogo y director del Museo Arqueológico Municipal de Cabra, Antonio Moreno Rosa.

Este yacimiento, adquirido hace menos de un mes por el Ayuntamiento egabrense para su protección y puesta en valor, es un «ejemplo paradigmático de la evolución de un asentamiento rural de época romana que comienza en el siglo I d.C» y del que se ha excavado un sector de su pars urbana.

El conocimiento de esta villa como un yacimiento romano se corresponde «con el hallazgo de forma casual de la escultura del dios Mithra» en esta área, hecho que, según las primeras investigaciones, data de los años 50. Lo que hace a esta villa algo excepcional es que «está ligada a un lugar de culto mitraico». Moreno Rosa aclara que, aunque el lugar de culto no se ha encontrado porque «lo que se excavó en los años 80 son apenas 500 metros», cuando se han descubierto esculturas dedicadas a esta divinidad «inmediatamente se habla de un mitreo».

La obra, que forma parte de las colecciones del Museo Arqueológico de Córdoba, representa a Mithra matando a un toro (Mithra tauróctono). Se da la circunstancia de que, bajo esta forma de representación, solo se han hallado «unas seis o siete» esculturas de bulto redondo en todo el imperio romano. Junto a ella se descubrieron otras tres: Dioniso, Eros Dormido y Niño con Liebre.

Excavaciones realizadas en los 70 en busca del mitreo sacaron a la luz en la villa «un patio porticado rodeado de una serie de estancias», varios pavimentos de mosaicos con decoración geométrica» y un mosaico dedicado al dios Baco. En Cabra, además, se conservan parte de las antiguas murallas romanas.

En la Subbética se dan otros ejemplos de la presencia de Roma en la zona que hoy se pueden visitar. Es el caso del alfar de Los Tejares de Lucena, un complejo dedicado exclusivamente a la cerámica, o el horno de cal de Priego.

Junto a ello, los museos municipales de la comarca custodian restos que nos hablan de su pasado romano, pero existen otros muchos yacimientos documentados aún por excavar.