La llegada del calor en unos días en los que la desescalada de la crisis del coronavirus todavía impide salir de la provincia para poder darse un baño en la playa hace que, sobre todo los fines de semana, los cordobeses busquen refugio en casas de campo y piscinas particulares, dado que aún no hay ninguna pública abierta.

También es tradicional que en esta época ya comiencen a desplazarse familias y grupos de jóvenes y mayores a las conocidas como playas de interior, que en Córdoba se encuentran en los embalses de Iznájar, La Breña y La Colada. Pero en este caso los visitantes se encontrarán con que, como en el caso de las piscinas, tampoco pueden bañarse.

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De momento, la fase 2, en la que se encuentra la provincia, permite el baño en el litoral y lo desaconseja, aunque no lo prohíbe expresamente, en ríos y pozas. Pero no dice nada respecto al baño en embalses y se limita a hacer referencia a la necesidad de mantener la distancia de seguridad entre personas y a la obligatoriedad de que las sombrillas también respeten la distancia. En ningún momento se refiere al aforo permitido, por ejemplo. Sobre el agua, el Ministerio viene a decir que hay menos garantías en agua dulce, sobre todo en pozas y remansos de ríos, que en agua salada. Por ello, ante la indefinición de la normativa sanitaria y las dudas que genera a los ayuntamientos, los alcaldes han preferido esperar al menos a la fase 3 para decidir con mayores garantías.

Iznájar

Iznájar cuenta con la única playa de agua dulce del sur de Córdoba, Valdearenas, en la que por ahora los visitantes y vecinos que llegan a ella se dedican a pasear y a hacer alguna actividad deportiva, según ha explicado el alcalde, Lope Ruiz. «El baño sigue prohibido en agua dulce porque ofrece menos garantías que el agua salada del mar», afirma el también presidente de la mancomunidad de la Subbética. No obstante, en previsión de que en unos días se autorice expresamente el baño, el Ayuntamiento iznajeño ha comenzado esta semana a despejar de hierbas y maleza la zona de playa del embalse, que cuenta con más de un kilómetro de longitud, para que esta se encuentre «en condiciones cuando se puedan reanudar los baños».

La Colada

En el norte está el embalse de La Colada, cuya playa se localiza en el término municipal de El Viso. Inaugurada en el año 2018, se encuentra en la zona recreativa del pantano, a unos 5 kilómetros del núcleo urbano. Ese paraje, dotado con juegos y un parque multiaventura, tiene que permanecer de momento cerrado. El alcalde, Juan Díaz, ha avanzado que ya se han comenzado las tareas de preparación para cuando se pueda abrir. Señala que, una vez se conozcan los protocolos y los aforos, «procederemos a tomar una decisión». «La ilusión -continúa el alcalde- sería abrirla este verano», realizando el relleno de arena y para mostrar el campo de fútbol playa que en las inmediaciones ejecuta el Consistorio. Por su parte, el bar restaurante con el que cuenta también está preparándose para la apertura, pero de momento se desconoce la fecha en la que se podrá disfrutar de ella.

La playa de La Colada está equipada con agua potable, aseos, sendas peatonales, barbacoas, vestuarios, mirador starlight, zona de aparcamientos y plazas para discapacitados.

La Breña

A escasos 20 kilómetros de Córdoba está La Breña, en Almodóvar del Río. El alcalde accidental, Ramón Hernández, ha avanzado que la intención del Ayuntamiento es abrir la playa del embalse los meses de julio y agosto.

El espacio no es muy grande -unos 150 metros lineales en forma de media luna- y la previsión es que el aforo de ocupación que se permita este verano no supere el 50%, algo con lo que ya cuenta el Ayuntamiento. «Ya hemos tomado primera muestra de agua para ver los resultados de calidad y esperamos que salgan bien», señala Hernández, quien también ha adelantado que la semana que viene entrarán las máquinas para preparar el camino de acceso, retirar las hierbas y echar arena nueva antes de colocar las sombrillas.

En La Breña, el chiringuito abrió el pasado fin de semana, y la semana que viene comenzarán a abrir las actividades deportivas náuticas, como kayaks, hidropedales, etcétera, para las que ya hay algunas reservas. Por lo que respecta al barco solar, este no iniciará su actividad hasta que se abra la playa.