La Guardia Civil, a través del Seprona, ha iniciado la segunda fase del operativo especial para prevenir el furtivismo en los cotos de caza de la sierra, especialmente en las zonas norte y centro de la provincia. Esta segunda etapa -la primera se inició en agosto, cuando comienza el periodo de reproducción de los cérvidos- coincide con la temporada de caza mayor y concluirá el próximo 11 de febrero.

Hasta entonces, según informó ayer el instituto armado, los servicios estarán dirigidos especialmente al control, inspección y verificación de las modalidades de caza autorizadas, comprobación de las autorizaciones administrativas de los propios cazadores y de las rehalas participantes, y detección de la caza furtiva. Al mismo tiempo, se investigará la comercialización y transporte de las carnes a los mataderos autorizados y con control sanitario, «ejerciendo un especial control sobre aquellas monterías, batidas y ganchos conocidas como mata y cuelga».

En lo que se refiere a las monterías, los agentes del Seprona supervisarán el empleo de armas largas rayadas y el uso de rehalas, con la finalidad de evitar que se establezcan más posturas de las autorizadas y que estas se desarrollen con las medidas adecuadas al objeto de garantizar la seguridad de los participantes.

REHALAS

En cuanto a las rehalas de perros utilizadas en este tipo de cacerías, la Guardia Civil ha informado de que comprobará los certificados o talones demostrativos de haber realizado operaciones de desinfección de los medios de transporte de los perros. La intención es «concienciar a los rehaleros de la necesidad de estar en posesión de todas las autorizaciones administrativas necesarias, seguros de responsabilidad civil, licencias de caza, medios de transporte y capacitación de los conductores desde el punto de vista del bienestar animal.

Por otra parte, desde el instituto armado se recuerda que «continúan en vigor las normas de naturalización de trofeos, según las cuales aquellos cazadores que quieran naturalizar los trofeos de las piezas que abatan en las cacerías podrán transportarlos en recipientes herméticamente cerrados, por ellos mismos o a través de terceros, con destino a las taxidermias, siempre que vayan acompañados del documento expedido por el veterinario o por el guarda del coto», según proceda.

BALANCE DEL AÑO 2016

Durante la pasada temporada de caza los agentes adscritos al Seprona efectuaron un total de 583 actuaciones entre identificación de personas y vehículos, verificación de actividades cinegéticas, inspecciones y registros o constatación de infracciones administrativas. Ello permitió la inspección de 249 cacerías de diverso tipo, con un resultado de 289 infracciones administrativas por vulneración de diversos preceptos en materia de caza.

Como consecuencia de los expedientes de denuncia instruidos, la Guardia Civil intervino diversas armas de fuego, así como material de apoyo para cometer los episodios de furtivismo tales como focos halógenos, hachas, equipos de transmisiones, etcétera y distintas reses capturadas de modo irregular o ilícitamente abatidas.