La paulatina pérdida de viñedo que afecta a la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles centró ayer una importante reunión del sector del vino con el secretario general de Agricultura y Alimentación, Rafael Peral, y con el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera.

El encuentro, que tuvo lugar en las instalaciones de la Oficina Comarcal Agraria, sirvió para que viticultores, cooperativistas y bodegueros compartieran sus opiniones con los responsables del Consejo Regulador y de la propia Junta de Andalucía, acerca de una situación que, en Montilla-Moriles, se traduce en una reducción de la superficie de viñedo próxima al 75 por ciento en las últimas cuatro décadas.

«El reto que nos hemos marcado entre todos es el de tratar de frenar el arranque de viñedo en Montilla-Moriles», destacó Francisco Zurera, quien añadió que el marco vitivinícola cordobés «no se puede permitir la pérdida de más derechos de plantación ni de más cepas».

En ese sentido, el delegado territorial de Agricultura defendió la necesidad de impulsar un «trabajo de concienciación» que trate de «ilusionar» a los viticultores y que «ayude a incorporar a los jóvenes a una actividad íntimamente ligada a esta comarca».

En similares términos se manifestó Rafael Peral, quien se mostró convencido de que «la viña y el sector del vino tienen futuro», de ahí que anunciara que «desde la Junta de Andalucía se van a poner las herramientas que sean necesarias, sin ninguna cortapisa y duren el tiempo que duren, para poder consolidar el patrimonio vitícola de esta zona».