Entre los sucesores de Diego de Alvear y Escalera, fundador de la legendaria bodega, destaca su nieto, Diego de Alvear y Ponce de León, un insigne marino montillano que pasaría a formar parte de la historia de España y América.

Para sus descendientes, Diego de Alvear y Ponce de León fue un «héroe de la defensa de la Isla de León», en su faceta como gobernador político-militar de la ciudad de Cádiz en los años en los que se promulgó la Constitución de 1812.

En efecto, en el mes de agosto de 1807, Alvear fue puesto a cargo de las unidades de artillería que defendían Cádiz, cargo desde el que participó en la defensa de la ciudad frente a las tropas francesas, que habían invadido España en 1808.

Asimismo, Diego de Alvear organizó la defensa de la ciudad frente a los franceses, logrando que la flota francesa de Rosilly, internada en la bahía de Cádiz hasta entonces, se rindiera en junio de 1808.

Otra importante aportación del marino montillano, que falleció en Madrid el 15 de enero de 1830, fue la reorganización de las milicias de Cádiz, un cuerpo formado por 2.000 hombres que eran conocidos como los Voluntarios Distinguidos de Cádiz.