"En silla de ruedas y sin masa muscular", así ha regresado Rosario Ruiz a su casa con 78 años, tras dos meses en la UCI y quince días más en planta del hospital San Juan de Dios, un testimonio que nos relata su hija Carmen, que también estuvo ingresada, al igual que su marido. El contagio del coronavirus se cebó con esta familia de Puente Genil, una historia que comenzó el 22 de marzo cuando Carmen, sanitaria de profesión, acudió al Hospital de Alta Resolución aquejada de tos, fiebre “y un fuerte dolor en el costado”.

Por sus conocimientos sanitarios, intuía que podría tratarse del coronavirus porque además presentaba "una saturación de oxígeno en sangre de 92” . En el centro de salud “me recetaron Paracetamol y me mandaron a casa”. Unos días después su marido presentaba sintomatología similar "pero con menos problemas de oxigenación, 34 de temperatura y sin apetito”. El matrimonio requirió ingreso hospitalario hasta que, con no pocas dificultades, lograron hacer frente al coronavirus.

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Pero aún faltaba una complicación mayor, ya que la madre de Carmen, con 78 años, Rosario Ruiz presentó después síntomas similares ante lo que los médicos les dijeron que debía quedarse "en casa y con paracetamol”. Lo que ocurrió es que, en este caso, el virus fue afectándole en plena época de contagios masivos en la provincia, por lo que hicieron uso del seguro privado y trasladaron a Rosario al hospital San Juan de Dios. Para entonces, el virus había hecho estragos en la salud de la madre de Carmen, por lo que ha requerido “dos meses y un día de ingreso en la UCI y dos semanas más en planta”.

El orgullo- relata su hija - es que Rosario haya sido la contagiada más longeva de la provincia en superar la enfermedad en el citado hospital. Hoy ha llegado de vuelta a Puente Genil, “pero en silla de ruedas y dependiente”, a pesar de encontrarse sin patologías previas y ser una mujer ágil y fuerte - indica la hija. Carmen ha superado el covid-19 pero también presenta secuelas, ya que “he perdido toda la masa muscular” y en líneas generales aún está débil, y le cuesta caminar. Se trata de tres de los 57 infectados en el municipio de Puente Genil por el coronavirus, tres de los que, afortunadamente, pueden contarlo. A otros cinco añorados pontanos se los llevó el virus.