El proyecto de restauración del retablo de la Inmaculada Concepción, patrona de El Carpio, ya ha dado sus primeros pasos en una actuación que correrá a cargo de Jesús Zurita Villa, conservador y restaurador de obras de arte, y José Antonio Gavilán León, técnico en talla de madera. Ambos trabajan en un proceso que trata de recuperar el esplendor que ha perdido esta obra, provocado, principalmente, por los cambios bruscos de humedad y temperatura, sobre todo en su parte superior, que es con la que se ha comenzado a trabajar.

Se trata de un retablo, ubicado en la iglesia de la Asunción del municipio carpeño, datado del siglo XIX, de estilo neobarroco y elaborado en una madera conífera, posiblemente pino, según datos del estudio técnico previo al inicio de la restauración. Cuenta con una rica ornamentación de motivos vegetales, en relieve, dorados a base de hojas y frutos.

A mediados del mes de octubre se desmontó la parte superior de dicho retablo y desde entonces, se ha procedido a limpiar cada una de las piezas que componen la obra, así como extraer elementos metálicos extraños y su sustitución por espigas de madera. Se trata de un proceso laborioso, puesto que hay piezas a las que le faltan partes, están separadas o necesitan sellar fisuras, así como obturar agujeros y otras perforaciones.

La fase del dorado también requerirá tiempo, puesto que se debe fijar el estuco en zonas cuarteadas, eliminar repintes, así como limpiar la superficie total del dorado y enrasar las faltas y lagunas que presenten las piezas del retablo. En la parte final, se extraerá la suciedad acumulada en el anverso y el reverso de la obra y se matizará el brillo de la capa de protección del dorado.

Se trata de un proceso complejo, ya que la parte superior se encontraba notablemente deteriorada. «Estamos muy ilusionados, sobre todo con el apoyo que está mostrando la localidad», apunta Manuela Puentes, presidenta de la hermandad de la Inmaculada Concepción e Hijas de María.