El Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba reabrió ayer la capilla del cementerio de San Miguel, que ha permanecido cerrada ya que ha sido sometida a una amplia restauración que ha supuesto una inversión de 135.000 euros.

Después de años de abandono, esta ermita ha sido objeto de diversas intervenciones que han servido para cambiar la totalidad de la cubierta y una actuación en los principales elementos del edificio.

En concreto, se ha actuado en los muros exteriores, se han trasladado las lápidas conmemorativas que aún quedaban en el ábside y se ha instalado solería y alumbrado.

Igualmente, gracias al taller municipal de restauración dirigido por Bernardino Carmona, se ha restaurado el retablo principal y el cuadro anónimo de San Miguel que preside la estancia, para cuya mejora ha sido fundamental la colaboración de Luis Ochoa, conocedor de la obra.

La capilla, que data de 1906, se abrió por primera vez cuando se consagró el nuevo cementerio, dedicado a San Miguel, patrón de la localidad.

La alcaldesa de Villanueva de Córdoba, Dolores Sánchez, ha explicado que esta reforma ha sido

«muy destacada porque afecta al espacio donde se guarda la memoria de los jarotes».

Del mismo modo, ha resaltado que «tras años en mal estado, nos marcamos el objetivo de acometer una restauración que tiene un magnífico resultado».

El párroco de San Miguel, Antonio Tejero, bendijo ayer el templo y muchos vecinos pudieron ver el resultado al abrirse de nuevo en la jornada en la que el recinto funerario recibió las habituales visitas del día de Todos los Santos.

La alcaldesa explicó que la obra se ha sufragado con fondos municipales y con el apoyo de la Diputación de Córdoba.