Siete meses después que la vicepresidenta del Gobierno central, la egabrense Carmen Calvo, anunciase para el pasado mes de marzo el inicio de las obras para la restauración ambiental e integración urbana y paisajística del tramo alto del río Cabra a su paso por el casco urbano de Cabra, éstas continúan sin comenzar y sin conocer una fecha en la que lo hagan. El anuncio lo hacía la propia Calvo en el transcurso de la firma del convenio de colaboración suscrito el pasado 14 de enero entre el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, y el alcalde de Cabra, Fernando Priego (PP), para un proyecto cuyo plazo de ejecución de las obras es de 16 meses y que transformará a la propia ciudad al reconciliarla con su río.

El motivo, según ha explicado a este periódico el primer edil, se encuentra en que algunos de los propietarios expropiados por verse afectados en el desarrollo de las obras no están de acuerdo con la valoración hecha por la CHG y han presentado recurso. Una vez que se resuelvan esos recursos, tendrá lugar la firma del contrato con la empresa adjudicataria y podrá empezar la obra. Este proyecto se desarrollará gracias a una inversión de 2,5 millones de euros sobre una longitud de 4.500 metros, para recuperar el espacio fluvial necesario para evitar que este enclave se degrade aún más como consecuencia de la gran presión de las zonas aledañas, con abundantes vertidos e intensamente urbanizadas, industrializadas, cultivadas e intervenidas por el hombre. Así, se pretende integrar el río en el conjunto de la localidad, conservando los tramos más estables ecológicamente, restaurando los más degradados y deteniendo los procesos de contaminación.

De igual forma, se eliminarán aquellos focos de presión e impactos al medio fluvial, persiguiendo además el acercamiento de la sociedad a los ecosistemas fluviales mediante la protección y aprendizaje de la naturaleza y la habilitación para el uso público de la zona.