El coste de ejecución de la reproducción de un mural de José Moya del Pino en una de las paredes exteriores del edificio Palenque de Priego ha generado un intenso debate entre los vecinos y en las redes sociales al considerarse excesivo el importe de la actuación y la especial situación en la que este gasto se lleva a cabo.

En concreto, según ha hecho público el Ayuntamiento mediante un comunicado, el importe del trabajo asciende a 11.339,87 euros, lo que supone un ahorro de 3.520,13 euros sobre el presupuesto previsto, el cual alcanzaba los 14.860 euros.

En este sentido, el vicepresidente y vocal de gestión del patronato municipal Adolfo Lozano Sidro, Miguel Forcada, ha informado que, una vez recibidas todas las facturas originadas por la reproducción del mural de José Moya del Pino en la pared suroeste del edificio Palenque, el gasto total es de 11.339,87 euros.

En cuanto a las cantidades concretas, el coordinador del equipo de pintores que ha realizado el mural ha percibido 3.545,40 euros, y los otros dos pintores 3.236,08 y 3.086,56 euros, respectivamente. Cantidades en las que se incluyen conceptos como los honorarios, seguro de responsabilidad, alta como autónomos y gastos de contratación.

El resto de los gastos hasta alcanzar los 11.339,87 euros se corresponden con 638,02 euros para la adquisición de pinturas y otros materiales; 743,06 euros para pago de la grúa-plataforma utilizada en la actividad, y 90,75 euros de la placa explicativa colocada bajo el mural.

El Consistorio señala que, dado que los profesionales del sector de la cultura están padeciendo la crisis provocada por el covid-19 por lo menos con tanto rigor como los trabajadores de otros sectores, «el Patronato Adolfo Lozano Sidro tiene planeado seguir dando trabajo a gente de la cultura, como ya lo está haciendo este verano con la contratación de otras 8 personas para impartir los cursos y talleres que organiza esta institución municipal».

Tras hacerse públicos los datos, las reacciones no se han hecho esperar, particularmente en la red social Facebook, donde se ha puesto en tela de juicio la necesidad de realizar un gasto de esa cuantía en estos momentos, cuando existen necesidades sociales de mayor importancia, máxime con el desempleo generado con motivo de la crisis sanitaria. En el polo opuesto se sitúan aquellos para los que el arte «no puede valorarse», mostrándose a favor de la actuación e indicando que no se trata de un gasto, «sino de una inversión».