La petición que el Ayuntamiento de Cabra va a solicitar para la reapertura de la actividad extractiva de la piedra caliza, en la serranía egabrense en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas, trata de dar respuesta a unos deseos que desde la década de los años noventa del siglo XX han venido haciendo cientos de familias y de empresas que se vieron afectas por la paralización de aquella en los asentaderos Ter 1 y Ter 2 y el Cerro de la Choza

Un capítulo de la historia socioeconómica egabrense que todavía no se encuentra del todo finalizado y que se inició a raíz de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de mayo de 1992, ratificada por el Supremo en el 2001, que ordenó la paralización de la actividad extractiva en estas canteras al considerar que se estaba produciendo un impacto considerable en el Lapiaz de los Lanchares.

La clausura efectiva de las explotaciones que se realizaría más tarde, llevó a un centenar de trabajadores de aquellas a su encierro en el consistorio en febrero del 2003.

Posteriormente la Junta de Andalucía dio el visto bueno a los planes de restauración inicialmente provisionales de las tres canteras clausuradas y que a lo largo de los años se han ido sucediendo y que incluso llevó a la propia Administración autonómica a redactar en el 2006 un proyecto que nunca llegó a ver la luz valorado en unos 33 de millon0es de euros, para el cual se anunció quese se pedirían ayudas comunitarias, y que contemplaba la restauración y puesta en valor del espacio ocupado por esas tres canteras, la realización de un rocódromo natural, un museo de geología a cielo abierto, una zona de buitreras, una pajarera de aves rupícolas o un auditorio al aire libre. J.M.