Aunque el pleno de ayer de la Diputación se desarrolló sin grandes polémicas y dentro de un amplio consenso en la mayoría de los puntos, hubo dos asuntos que encresparon los ánimos por encima de lo normal. Se produjeron en el turno de ruegos y preguntas, cuando el portavoz popular, Andrés Lorite, pidió al presidente que su grupo fuera invitado a los encuentros que se producen con entidades diversas y organizaciones, a los que, según el portavoz popular, no son invitados. Al respecto, el presidente de la institución, Antonio Ruiz, dijo que transmitiría su queja al departamento de protocolo, pero aseguró que el propio Lorite, siendo responsable de Infraestruturas de la Diputación, giraba visitas a algunos pueblos sin avisar a los alcaldes. Lorite negó dichos hechos y pidió a Ruiz que retirara sus palabras, a lo que el presidente se negó asegurando que el caso al que se refería era a sí mismo, en su calidad de alcalde de Rute.

Lorite se quejó asimismo de que su grupo había solicitado un espacio (el Patio del Reloj) en el Palacio de la Merced para celebrar un acto con la prensa y se le había denegado, cuando el PSOE o IU han celebrado actos con alcaldes en diversas dependencias. Ruiz dijo al PP que clarifique el lugar donde quiere celebrar los actos y se le conceden, porque para la prensa hay un sitio habilitado.

En otro orden de cosas, el Pleno aprobó un protocolo para la prevención y sanción del acoso sexual, acoso por razón de sexo y acoso por razón de orientación sexual o identidad de género entre el personal de la Diputación. Al inicio del pleno se leyó una declaración institucional en favor de la igualdad en materia de sexo y de apoyo al colectivo LGTBI, con motivo del día internacional de este movimiento.