Más de 4 millones de mascarillas y 2,5 millones de batas sanitarias han salido de más de 30 empresas de confección de la comarca de Priego desde que el pasado mes de marzo se decretara el estado de alarma.

[Sigue aquí en directo las últimas noticias sobre el coronavirus en Córdoba]

Los datos, presentados en un acto organizado por la asociación Una vida en confección, certifican la capacidad de adaptación y el volumen de producción de las empresas del sector con sede en Almedinilla, Carcabuey y Priego, para dar respuesta a una importante demanda de este tipo de productos, con una media de 18.000 prendas diarias.

Hospitales de toda España y Reino Unido, e incluso la Policía de Nueva York, han sido algunos de los destinos de las prendas sanitarias confeccionadas en la zona, manteniéndose con ello un importante número de empleos frente a los que se han destruido en otros sectores que debido a la pandemia sanitaria se vieron abocados al cierre.

Entre los asistentes a este acto, celebrado en la terraza del Centro de Iniciativa Empresarial, se encontraba la alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos, que señalaba que cifras como las reseñadas «sirven para darnos cuenta de la importancia del tejido empresarial de Priego y de la importancia de la confección», aprovechando su intervención para destacar la solidaridad de muchas de las empresas del textil de la comarca, «ya que cuando se inició la pandemia, no solo se volcaron con la población de Priego, sino con la salud pública».

En relación a los datos del textil prieguense durante la pandemia, Rafael García Povedano, de la asociación Una vida en confección, recordaba que casi en 24 horas «los profesionales del sector tuvieron que pasar de la moda al sanitario, prácticamente la totalidad de las empresas, no por capricho, sino porque no quedaba más remedio».

Algo que, como reconocía García, «demuestra la capacidad de reconversión, de adaptación del sector, que ha sido relativamente fácil, ya que hacer prendas sanitarias es más fácil que hacer moda, pero también complejo, ya que ha sido necesario invertir y modificar toda la cadena de producción, algo que posibilitó que desde el minuto uno se trabajara».

Según García, «el 99% de las empresas de la zona han complementado la moda con la fabricación de prendas sanitarias», afirmando que se han confeccionado más de 4 millones de mascarillas y 2,5 millones de batas sanitarias, en una estimación «a la baja», como así puntualizó el presidente de Una vida en confección, ya que los últimos datos se recogieron el 15 de septiembre.

Un volumen de producción, con unas 18.000 prendas diarias aproximadamente en los peores días de la pandemia, que para Rafael García permite certificar «la capacidad de producción del sector en Priego para dar respuesta a una importante demanda de este tipo de productos».

Pero si importante ha sido la respuesta del sector de la confección prieguense, el artífice de esta adaptación a la demanda del mercado ha sido la empresa Gocotex, dedicada a la distribución de tejidos técnicos y confección textil de prendas técnicas, principalmente para uniformidad de los sectores de seguridad, emergencias, defensa e industria.

Como señalaba su gerente, Javier Godoy, «tenemos una deuda pendiente con Priego, porque en el momento más duro de la pandemia nos pidieron ayuda desde el Ejército, funerarias y el sistema sanitario de España y Reino Unido, y no teníamos donde coser, ya que los talleres con los que trabajamos habitualmente nos dejaron tirados porque les daba miedo ir a trabajar».

Sin embargo, como así añadía, tras ponerse en contacto con Rafael García, Godoy destacaba que «en cuestión de horas ya estábamos reunidos con los empresarios de Priego y con toda la capacidad de producción resuelta».

Por último, el gerente de Gocotex agradecía públicamente la implicación de los profesionales de la confección de la comarca en aquellos duros momentos «en los que todo nuestro personal sanitario estaba desprotegido», anunciando que uno de los objetivos de su empresa de cara al futuro es centralizar la producción en la comarca de Priego, «ya que debido a su cultura y a la infraestructura textil de la zona, a nivel empresarial es mucho más operativo tener talleres concentrados en un área geográfica».