El panadero y pastelero mellariense José Roldán Triviño no deja de recoger los frutos de su intenso y constante trabajo. El campeón de España de panadería 2015 y europeo de bollería recibió el pasado sábado en Sevilla uno de los premios otorgados por la junta directiva de la asociación Seia, que reconocen la excelencia de profesionales de todo el país, destacados en ámbitos como la ciencia, la historia o los medios de comunicación. Concretamente, el de José Roldán puso de relevancia su trayectoria profesional, a pesar de ser la persona más joven de todos los galardonados en la gala de la octava edición de estos premios, que se celebró en el Teatro Hogar Virgen de los Reyes.

Feliz y sin apenas descansar, el joven partió hacia Madrid, donde ayer recogió una de las estrellas DIR. La primera edición de este premio, de ámbito nacional y otorgado por la empresa Panatics y la revista Pan de Calidad, acredita a José Roldán como uno de los 80 Panaderos Top de España.

Tras recibir ambos galardones, los primeros pensamientos de José Roldán fueron para sus padres y para Victoria, su pareja, manifestando que «el de Sevilla es muy especial para mí, por el hecho de que personas ajenas a la profesión reconozcan la labor de un panadero, que solo transforma el trigo en un producto que consumen muchas personas». Con respecto al de Madrid, destacó que «estoy muy orgulloso de que expertos en el mundo del pan valoren mi trayectoria, porque ello me mueve a superarme constantemente».

José Roldán está inmerso en la impartición de distintos cursos en Córdoba -comenzarán en enero-, pero también a nivel nacional, continuando también con los de Hispanoamérica. Su meta es «continuar levantándome con ilusión y disfrutando de lo que hago, seguir motivado con mi oficio».

Sobre el significado que tiene para José Roldán recibir estos reconocimientos, el joven panadero afirma que «te dan alas, sabes que vas por buen camino y deseas continuar así, trabajando mucho».

Sus viajes por Europa y América le permiten observar «lo que hace la gente, todos los conocimientos que poseen», hecho que le lleva a «sentirme más pequeño e incrementa las ganas de aprender más».

José Roldán recuerda que comenzó «trabajando con sus padres cuando era muy pequeñito, apenas tenía ocho años», y no tardó un instante en descubrir que lo suyo «era la harina y el azúcar, la panadería y la pastelería».

Además de obtener premios en numerosos concursos celebrados, tanto en el país como en Europa, es miembro del prestigioso Club Richemont y, desde estos momentos, uno de los ochenta Panaderos Top de España.