Los ruegos y preguntas centraron ayer el debate del Pleno del Ayuntamiento de Priego, en el que el grupo municipal del PP solicitó que se retome el servicio de bus que se ponía en marcha con motivo de la Feria Real y que permitía a los residentes en las aldeas poder desplazarse hasta Priego para disfrutar de esta celebración. A colación de esta petición, el alcalde, José Manuel Mármol, sacó a relucir las tres facturas por la prestación de este servicio que se presentaron unos días antes de hacerse efectiva la moción de censura el pasado 8 de mayo del 2017, afirmando que desde esa fecha «el Ayuntamiento funciona de otra manera, y no se ofrecen servicios sin autorización ni expediente de encargo».

En este sentido, Mármol indicó que los itinerarios que se estaban haciendo cuando en el anterior mandato se puso en marcha un servicio de transporte público que unía distintas aldeas con el núcleo principal «carecían de la oportuna autorización por parte de la Junta», por lo que, pese a tratarse de un servicio «deficitario», se solicitará a la Administración autonómica dicha autorización para que los citados itinerarios puedan ponerse en marcha.

En la sesión plenaria se dio cuenta de que el pago a proveedores se sitúa en 41,21 días de media.