Hace tan solo una semana, durante la copa de Navidad que la asociación de empresarios de la comarca de Los Pedroches, Adeco, ha celebrado en Pozoblanco, se ha oído una vez más la petición a las autoridades locales de suelo industrial de calidad. Pozoblanco cuenta con dos polígonos industriales en fase de legalización desde hace décadas -La Emiliana y San Gregorio-, un tercero legalizado pero con carencias en la dehesa boyal, y el cuarto y más novedoso en fase de aprobación inicial, también en la dehesa boyal y colindante con el complejo de Covap. Solucionar las desventajas que supone a los empresarios de La Emiliana y San Gregorio estar asentados en suelo ilegal es una de las propuestas eternas en los programas electorales de todos los partidos en las sucesivas elecciones municipales. Eso y dotar al municipio de más suelo industrial.

La Emiliana

Pues bien, parece que en los últimos años esas legalizaciones han dado un paso adelante y, al menos en lo que respecta al polígono de La Emiliana, por fin parece que se van despejando los obstáculos y en la actualidad ya se ha constituido una junta de compensación, paso previo a la regularización definitiva de esta importante zona industrial pozoalbense, aunque ya nadie se atreva a dar una fecha para el anuncio final de legalización.

San Gregorio

El polígono de San Gregorio se encuentra en una fase mucho menos avanzada. Esta semana responsables municipales se han vuelto a reunir con propietarios de estos terrenos para hacer algunos ajustes dentro de los nuevos planteamientos que el equipo de gobierno ha ideado y que pasan por dividir en tres sectores esta zona con el objetivo de que puedan legalizarse de manera individual, dada la complejidad de hacerlo de forma conjunta.

La dehesa boyal

Junto a estos dos polígonos, el Ayuntamiento se encuentra inmerso en la mejora del situado en plena dehesa boyal. Hace tan solo una semanas se presentó a los propietarios un plan de actuación para modernizarlo. Este nuevo proyecto contempla la creación una identidad corporativa que incluye señalética interna de las calles del polígono y sus diferentes empresas. Además, facilitará a los usuarios la localización de las empresas y servicios, así como la ordenación de los aparcamientos de vehículos, además de crear nuevos espacios para bicicletas. También se mejorarán las zonas verdes del polígono como las rotondas o fachadas de las naves y se crearán espacios de uso público con zonas arboladas y mobiliario urbano multiusos, así como zonas de ocio conectadas a rutas de senderismo.

Con el objetivo de promover el uso no industrial del polígono, el proyecto contempla una serie de acciones que promuevan la participación de la sociedad en la vida del polígono y den lugar a la proliferación de servicios en esta área, como un circuito de pintura mural en espacios desfavorecidos del polígono o aulas de naturaleza con participación ciudadana. La mayoría de los empresarios de esta zona se han mostrado reticentes a algunas de las ideas que contiene, como los espacios destinados a uso público, ya que consideran que pueden interferir en la actividad diaria de sus empresas de manera negativa.

El Plan Parcial I-10

A esta iniciativa se une la aprobación inicial en el pleno de noviembre del Plan Parcial sectorizado S.U.S I-10, donde irá ubicado el nuevo polígono que significará la ampliación de suelo en la dehesa próximo al complejo de Covap, con extensión hasta la circunvalación, estando incluida también una franja de terreno en el margen opuesto, que ocupa desde el Centro de Formación Profesional hasta la variante. Se trata de 570.000 metros cuadrados de espacio industrial, de los que 370.000 serán para aprovechamiento industrial, reservando un 5% para equipamientos y un 10% en áreas libres mínimas.

El objetivo es lograr que el sector empresarial local pueda desarrollarse y ser competitivo.