Pese a todos los inconvenientes surgidos en el transcurso de este proyecto, la aldea lucentina de Jauja ha visto culminada su aspiración de tener una piscina en la ribera del río Genil.

La primera fecha para inaugurar esta infraestructura estaba prevista para agosto de 2015, pero por distintas circunstancias, se generó un aumento de la partida inicial en 43.000 euros.

Los últimos pasos llevaron a retirar los escalones de esta piscina y finalmente la Junta de Andalucía, solicitaba que el agua con el que contara el recinto fuese potable y no del río.

Las intervenciones han concluido con la instalación de la valla perimetral del recinto y la licitación del kiosco.

La piscina de Jauja se planteó desde un principio por su alcalde pedáneo, Rafael Gómez, como una playa de interior y como una iniciativa de dinamización de la ribera del río Genil a su paso por la pedanía.