El complejo medioambiental de Montalbán se inauguró en abril del 2001 fruto de la fuerte apuesta que Epremasa realiza por la prestación de un servicio de calidad en lo que se refiere a la gestión integral de los residuos de origen domiciliario generados en la provincia de Córdoba. Su construcción y los equipamientos iniciales de la planta supusieron una inversión superior a los 11 millones de euros, financiados en un 85% por los Fondos de Cohesión Europeos y por la Diputación de Córdoba, en un 15%. Tras el aporte económico inicial, Epremasa mantiene una apuesta continua por la incorporación de nuevas tecnologías y actuaciones de mejora y mantenimiento de las instalaciones.

El servicio de recogida de residuos está planificado de manera que permite la trazabilidad total del proceso. Así, cada contenedor dispone de un dispositivo de identificación que establece una comunicación con el camión de recogida mediante radiofrecuencia, un sistema que deja registrados todos los movimientos y facilita el control de calidad del servicio.

Los residuos se clasifican según su tipología y ello se facilita propiciando la separación en origen desde el hogar. Para ello existen los contenedores verdes (materia orgánica), amarilllos (envases), azul (papel-cartón) y el contenedor verde para vidrio. Igualmente, existe una red de puntos limpios en los que se pueden depositar electrodomésticos, enseres, pinturas, pilas, etcétera.