Un Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Lucena aprobó ayer inicialmente la ordenanza reguladora para la implantación de mercadillos en suelos de titularidad privada. El punto salió adelante con los votos a favor de los grupos municipales de PSOE, Ciudadanos y Vox, y el voto en contra de Partido Popular e Izquierda Unida. Un punto en el que no faltó el debate y sobre el cual, el portavoz municipal de Izquierda Unida, Miguel Villa, argumentaba su voto en contra señalando que «los mercadillos deben ubicarse y regularizarse en suelos públicos». Y añadió que «en este caso no está justificado el interés general, y además cuenta con dos informes de la secretaría municipal en contra». Villa manifestaba que «el carácter privado les convierte en grandes superficies encubiertas y hacen daño al comercio minorista».

Por su parte, el Partido Popular, a través de su portavoz, Francisco Aguilar, defendía su postura en contra manifestando que «perjudica gravemente al comercio local, jurídicamente tiene difícil su regulación y perjudica el interés general». Por su parte, la concejal de Ciudadanos, Araceli García, defendió su voto favorable a la ordenanza, entendiendo que «debemos resolverla entes de que se resuelva el contencioso contra el Ayuntamiento, además perjudica al promotor actual y a los vendedores del mercadillo y no creo que perjudique al comercio local». El portavoz de Vox, Antonio Hidalgo, proponía una enmienda al punto que salía adelante, en el sentido de reducir el tiempo de la concesión a cuatro años prorrogables hasta 15 años.

Por su parte la portavoz del PSOE, Teresa Alonso, se mostró «sorprendida» con la postura de IU y PP, pues sobre «este tema ambos en anteriores plenos donde se debatió sobre su implantación, la postura se entendía favorable en defensa de los intereses de los afectados».

La aprobación de esta nueva norma municipal, que viene a complementar la ordenanza de este tipo de comercio ambulante sobre terrenos públicos, permitirá a partir de ahora regular la oferta de mercadillos en suelo privado estableciendo así un nuevo marco normativo para estas iniciativas comerciales del que carecía la ciudad.

Según recoge literalmente el texto aprobado, cualquier petición de instalación de mercadillo en suelo privado, con independencia para el día de la semana que se solicite necesitará la autorización municipal previa, por razones de interés general basadas en el orden público, seguridad, sanidad y salubridad pública, defensa de los derechos de los consumidores y usuarios y de la libre competencia, siempre que su uso sea compatible urbanísticamente y sin perjuicio de cualquier otra autorización que establezca la normativa».