La tradición volvió a cumplirse ayer un año más en el santuario de Aras, escenario de la tradicional Misa de Ofrenda de Frutos a María Santísima de Araceli, uno de los actos más importantes de cuantos se realizan a lo largo del año en el calendario aracelitano que recuerda la devoción que los lucentinos profesan desde hace casi cuatro siglos y medio, desde que en 1562 su imagen fuera traída desde Roma por el marqués de Comares. Este año la distinción de oferente ha sido para Antonio Molina Contreras, catedrático de Filosofía y acuarelista, que fue pregonero de la Virgen de Araceli y de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El acto contó con la asistencia, entre otros, del alcalde de Lucena, Juan Pérez Guerrero; el hermano mayor de la Archicofradía, Rafael Ramírez Luna; el juez decano , Esteban Rondón, y el capitán de la Guardia Civil, Antonio Quijano.