El hombre acusado de la muerte de una mujer de 83 años en Baena en abril del año 2015 negó ayer ante el jurado ser el autor de los hechos, unos hechos por los que la fiscal pide para él un total de 30 años de prisión (25 por el asesinato y 5 por el robo en vivienda habitada). Según la fiscal, el acusado entró en la vivienda saltando una tapia y golpeó a la mujer que vivía en ella, que tenía dificultades de movilidad y audición, después la amordazó y la asfixió hasta la muerte, para robar.

Sin embargo, el acusado, un hombre de nacionalidad marroquí de 36 años, aseguró ante el jurado popular que lo juzga que él no hubiera matado nunca a esa mujer porque «la quería mucho» y que no necesitaba entrar a la casa saltando la tapia, porque iba con mucha frecuencia con el hijo de la fallecida y que le abrían la puerta siempre que iba.

Explicó el acusado que visitaba la casa donde murió la mujer, igual que otra mucha gente, para fumar droga, pero que además, tenía una muy buena relación con la fallecida y con su hijo, hasta el punto de que muchas veces comía allí, le prestaba dinero para que compraran comida, ponía la lavadora o hacía chapuzas.

Además, a preguntas de la fiscal, indicó que el día de los hechos se encontraba trabajando en el campo.

En la sesión de ayer, el abogado de la defensa, Carlos Fernández Martos, pidió que se incluya como prueba la grabación de la declaración del hijo de la víctima (ya fallecido también), porque puede ser esclarecedora. La fiscal había pedido previamente que se retirara dicho audio.

El juicio, que lo celebra la Sección Segunda de la Audiencia Provincial ante un jurado popular, continuará hoy con las declaraciones de los primeros testigos y se prolongará hasta el próximo viernes.