Pasadas las ocho de la tarde llegaba la Virgen de Luna a la parroquia de Santa Catalina de Pozoblanco, después de una intensa jornada romera en la que, según estimaciones del Ayuntamiento y de la Guardia Civil, unas 25.000 personas acudieron al santuario de La Jara para vivir la romería de traída de la Virgen de Luna a Pozoblanco. Los fuegos artificiales dieron la bienvenida en la Plaza de la Iglesia a la patrona, que permanecerá en Pozoblanco hasta el 9 de junio.

El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, destacaba a última hora de ayer que no se había producido ningún suceso y hacía hincapié en lo «multitudinaria» que había resultado la romería. En similares términos se pronunciaba el capitán de la cofradía, Juan García, que señalaba que «ha sido una de las romerías con más asistentes de los últimos años» y destacaba cómo habitualmente el frío acompaña la fiesta, aunque ayer fue la excepción.

Un domingo soleado en el que se alcanzaron temperaturas de 22 grados, a pesar de estar en febrero, propició que acudieran muchas personas de distintos lugares de la provincia y de fuera de ella atraídos por una fiesta en la que se conjugan los disparos que realizan los hermanos de la cofradía a modo de salvas dedicadas a la Virgen y el marco en plena dehesa donde está enclavada la ermita.

Alrededor de las 11.30 horas comenzó la misa, cantada por Voces de la Sierra, en el recinto exterior del santuario. En ella juró bandera y se convirtió en nuevo hermano de la cofradía Pedro Llergo Villarreal. Además, recibieron medallas de oro por 50 años como cofrades Bartolomé Herrero, Francisco Coleto y Patricio Cruz, aunque por problemas de salud no pudo acudir y la recogió su hija. Igualmente, recibieron medallas de plata por 25 años de servicio a la cofradía Rafael Sánchez y Antonio Fabios.

Tras la misa, la jornada campestre se desarrolló con un gran ambiente donde no faltaron el lomo, el jamón o la tortilla para reponer fuerzas. Un total de 55 carrozas acudieron al recinto del santuario y los caballistas estrenaron emplazamiento en la explanada. El Ayuntamiento ofreció fruta, agua, refrescos y frutos secos a los romeros que acudieron o regresaron a pie en el Pozo la Legua y la Cruz de la Venta Caída.

A las 15.15 horas salía la Virgen de Luna de su ermita llevada a hombros en sus andas, que se han reformado para hacerlas más cómodas para los portadores. Un buen número de romeros hizo el camino a pie junto a las andas. Por delante había 14 kilómetros que culminaron a las 19.00 horas cuando la Virgen llegaba al Arroyo Hondo, donde el capellán y párroco de Santa Catalina le impuso las llaves de los sagrarios de Pozoblanco y Villanueva. El alcalde, Santiago Cabello, le impuso a la Virgen el bastón de alcaldesa perpetua mientras se lanzaban pétalos y se soltaban palomas.

La Virgen de Luna llevó ayer un manto azul con flores bordadas y en las andas lucía un crespón negro por la muerte del misionero pozoalbense Antonio César Fernández, cuyo funeral tendrá lugar esta tarde a las 17.00 horas, precisamente ante la Virgen de Luna. Hoy, fiesta local, la patrona volverá a salir en procesión.