El alcalde de Baena, Jesús Rojano, informó ayer que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha autorizado los proyectos de aprovechamiento de aguas regeneradas de la estación depuradora de aguas residuales para regadío presentados por las comunidades del Marbella y los Carrizales, que agrupan unas 1.000 hectáreas, en su mayoría de olivar. En concreto, la asignación provisional de volúmenes otorga 523.739 metros cúbicos a los regantes del Marbella y 467.370 a los Carrizales. Rojano señaló que estas autorizaciones suponen la «revalorización de los terrenos y un impulso para ser más competitivos», ya que «pueden garantizar en los ciclos de sequía de años venideros una producción razonable». Añadió que en las próximas semanas estudiarán junto a las dos comunidades las inversiones que se deben poner en funcionamiento para sacar el mayor rendimiento a estos regadíos. En concreto se debe invertir en un sistema terciario que aproveche el agua de la depuradora y su adaptación a los parámetros de regadío del olivar. También se requiere un sistema de bombeo y la construcción de dos balsas de almacenamiento de las aguas de lluvia.

El alcalde hizo estas declaraciones durante la visita al nuevo punto de captación de agua para tratamientos fitosanitarios del olivar que el Ayuntamiento de Baena ha habilitado en la zona de la Reguera, en la intersección de la calle Hermanos Marichica y la N-432. Este sistema informatizado de toma de agua, que se abastece del aljibe de la Cañada, completa el servicio que prestan desde hace unos años los puntos de aprovisionamiento de Pedro Muñoz y el Saladillo. El número de agricultores que utilizan este servicio asciende a 561 y desde 2016 se han podido captar con este sistema más de dos millones de litros de agua.