Un matrimonio de 89 y 92 años de edad murió ayer por asfixia en su domicilio de Moriles como consecuencia de un incendio provocado por el cortocircuito de un motor del colchón antiescaras de una cama articulada, según las primeras investigaciones. El matrimonio formado por Antonio Ruiz Dadillo, de 92 años, y Pilar Velasco Rodríguez, de 89 años, residía en la calle Santo Cristo número 5, en una vivienda de planta baja más un piso en la primera, donde residían su hija y el marido.

En torno a las 3,45 horas de la madrugada de ayer, el yerno de los fallecidos se levantó para ir al baño y fue cuando se percató de que el suministro eléctrico no funcionaba en el edificio, al tiempo que le llegó un olor a humo, que percibió a través de una escalera que comunica con la vivienda de los fallecidos. Según explicó la familia a este periódico, el humo se apoderó de la vivienda en la planta baja donde encontraron el cuerpo de la mujer fallecida que llevaba impedidas varios años, y dormía en la cama articulada con colchón antiescaras.

Al parecer, el marido, también fallecido, intentó salvar a la esposa tirando del colchón y poniéndola boca abajo en el suelo, tratando de tirar del cable del motor del colchón. Al parecer, su intento de salvarla y la concentración de humo fue el detonante de su muerte por asfixia, que se produjo en el cuarto de baño cercano, donde fue encontrado su cuerpo.

La patrulla de la Guardia Civil de Moriles, los bomberos del Parque Comarcal Lucena-Cabra y el 061 nada pudieron hacer por sus vidas al llegar al domicilio. El yerno hubo de ser asistido por inhalación de humos en el centro de salud de Moriles. Los cuerpos sin vida de los ancianos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Córdoba, mientras la familia, formada por cuatro hijas, recibía ayer las condolencias en el Tanatorio de Villa de Lucena. Según comentó a este periódico la hija menor, su madre cumplía precisamente ayer 89 años, pues nació un 30 de enero de 1930, una fecha que pensaban celebrar y que, sin embargo, dejará en el recuerdo un día lleno de dolor.

La alcaldesa de Moriles, Francisca Carmona, señaló que «se trata de un trágico suceso, de una familia muy querida en el pueblo, que llena de dolor y consternación este pueblo». Carmona informó de que por parte del Ayuntamiento se han decretado dos días de luto oficial, «pues se trata de una familia muy conocida y entrañables».