Entre los retos y garantías para la próxima campaña 2018-2019 hay que destacar la necesidad de establecer nuevas operaciones de mercado en países asiáticos y la tranquilidad de contar con la suficiente dotación de riego para la superficie citrícola que en Palma del Río es de 3.787 hectáreas. En la Vega el total es de 11.222 hectáreas.

Desde Palma del Río el sector citrícola lleva varias campañas con líneas de negocio, de mercado, con países asiáticos. Antonio Carmona, gerente de Sunarán, confirma esta realidad señalando que «seguimos manteniendo nuestro mercado en Corea, China, Emiratos Árabes», y afirma que hay oportuniades en Malasia, Camboya e Indonesia. Indica que Sunarán, a través del Instituto de Comercio Exterior y Extenda, ha realizado indagaciones de mercado en Japón.

Como garantía para la próxima campaña, se erige la dotación de agua de riego. La sequía ha sido la espada de Damocles para el sector durante muchos meses, no sólo para el sector, un riesgo real que amenazaba una superficie regable de 10.467 hectáreas en Palma. La tranquilidad para el riego se traduce en que desde la comunidad de regantes del Bembézar se ha anunciado una dotación de entre 5.000 y 5.500 metros cúbicos por hectárea. Los cítricos necesitan entre 4.000 y 4.500 metros cúbicos. Por otro lado, desde la cuenca general se ha autorizado una dotación de riego de 5.000 metros cúbicos. Desde la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Genil, su técnico Alberto González subraya que «la lluvia, ahora las escorrentías y el deshielo en Granada, ha provocado que no exista gasto de agua».

Por último, la llegada de Citrosuco significa una valorización del precio de la naranja para la industria del zumo.