La excavación y puesta en valor del yacimiento de Torreparedones puso al descubierto la ermita de las vírgenes en el año 2013. Una excavación que llevó a cabo el arqueólogo Javier Ariza. Ahora, el arqueólogo municipal, José Antonio Morena, ha publicado dentro de la serie Historia y Patrimonio el libro Las santas Nunilo y Alodia, ¿mártires mozárabes cordobesas?

Morena señala que su objetivo ha sido dar a conocer a la sociedad este enclave, ya que, además de publicar los resultados de la excavación de la ermita, investiga sobre el origen de las dos santas a las que estaba consagrada: Nunilo y Alodia. Lo que hace, explica, es una revisión de todo lo que se ha escrito, «porque no es una leyenda, es un hecho histórico», pero no se sabe dónde nacieron y dónde fueron martirizadas. Las santas mozárabes Nunilo y Alodia, hijas de madre cristiana y padre musulmán, sufrieron martirio en el año 851. Fueron degolladas al negarse a renegar de su fe.

En su libro, señala que la presencia de una ermita dedicada a estas santas en el lugar de Castro el Viejo, hoy Torreparedones. Constituye un argumento o apoyo más sólido para sostener que el martirio de dichas santas mozárabes pudo haber tenido lugar en este sitio histórico de la campiña cordobesa. Por otro lado, la localización de una ciudad iberorromana en sus cercanías llamada Ipsca-Osca y de un posible cerro de Huesca, a poca distancia al norte, refuerzan la hipótesis de un origen bético-cordobés de dichas mártires. Morena señala que la cuestión de la patria de las santas «ha constituido el nudo gordiano» de su historia durante mucho tiempo, porque ante la dificultad de localizar con exactitud los lugares mencionados en los documentos se han planteado numerosas hipótesis como la riojana, aragonesa, granadina. Pero Morena defiende que la hipótesis cordobesa tiene más posibilidades que las demás de ser la auténtica. Argumenta que el caso de estas dos hermanas forma parte del mismo fenómeno martirial cordobés relatado por el autor Eulogio de Córdoba en su obra Memoriale Sanctorum. Un autor que no conoció los hechos en persona, «como ocurrió con otros martirios», porque en la fecha en la que ocurrieron, octubre del año 851, estaba en la cárcel. El Pasionaro de Cardeña también recoge este caso. Sin embargo, en la hipótesis de Aragón extraña que ningún cronista haya recogido este martirio.

Esta reivindicación de que son cordobesas ya la inició el erudito del siglo XVIII Bartolomé Sanchez de Feria, médico en Castro, que escribió Palestra Sagrada. Porque aunque la ermita estaba en el término de Baena, Sánchez de Feria recoge que en Castro prendió la devoción porque muchas ciudadanas llevaban el nombre de Elodia.

Este, sin duda, es un nuevo misterio que esconde el yacimiento de Torreparedones. El primero continúa siendo conocer el nombre de la ciudad.