Los delegados de personal del Ayuntamiento de Pozoblanco, como representantes de los funcionarios de esa institución, han hecho llegar un escrito al equipo de gobierno local, suscrito por el grueso de estos empleados, en el que ponen de manifiesto su malestar al considerar que el ejercicio de sus funciones se desarrolla «con una perturbación de la independencia e imparcialidad por parte del equipo de gobierno incompatible con el normal desarrollo de las mismas». También se quejan de manifestaciones públicas expresadas en el Pleno por parte del Gobierno local, al considerarlas un ataque a su honorabilidad y profesionalidad.

La concejala de Personal y Recursos Humanos, Inmaculada Reyes, ha negado injerencia en la labor de los funcionarios municipales, cuyo trabajo, dice, «es respetado y necesario para el buen funcionamiento del Ayuntamiento». Para la edil, se trata de una simple reorganización interna para mejorar el servicio que presta el Consistorio a los pozoalbenses, «algo que es competencia del equipo de gobierno». Y añade que también ha informado a la oposición de determinados asuntos para que tengan conocimiento ante su labor fiscalizadora.