La cooperativa La Unión de Montilla ha dado un paso adelante en la apertura de nuevos mercados con la venta de dos millones de litros de vino tinto a Angola. La operación ha incluido una partida de vino tinto de la variedad syrah cosechada el pasado año y que presenta una excelente calidad.

El transporte hasta el país africano se realiza por vía marítima a bordo del carguero Old Wine (vino viejo), anclado en el puerto de la capital malagueña. El transporte se lleva a cabo desde ayer por la tarde por medio de contenedores sobre trailers que realizan el recorrido tratando de evitar la aglomeración en las carreteras.

Serán precisos 80 de estos camiones pesados para trasladar el vino tinto desde las instalaciones del Río de la Hoz, a la salida de la travesía Montoro-Puente Genil, hasta las bodegas del carguero. El barco vinícola zarpa hoy una vez que haya concluido el trasiego. El capataz de la bodega de la cooperativa La Unión, José Garramiola, ha destacado la calidad del vino tinto vendido al país africano, con el que se abren nuevas puertas a la comercialización.

De otro lado, la cooperativa montillana ya cuenta en sus depósitos con vino de esta campaña. Se trata de los caldos jóvenes que maduran previamente y que han de ser recolectados en primer lugar. Tras su recolección, las uvas de esta variedad han sido trasladadas a los lagares donde concluyen su fermentación alcohólica En concreto, este año las variedades predominantes para la obtención de estos vinos afrutados han sido la chardonet y souvignon blanc. En cuanto a la vendimia de los vinos tintos, la cooperativa ya ha recolectado las uvas merlot y, en menor proporción, syrah.

Según el capataz, serán vendimiados 18,5 millones de kilos de uva que, en condiciones normales, podrían convertirse en más de 12,5 millones de litros de vino. Añade que el comienzo de la vendimia para la variedad autóctona Pedro Ximénez no debería comenzar antes del 1 de septiembre, dependiendo del grado de maduración, que no debe ser inferior a 13,5 grados beaumè. Según Garramiola, hasta que no se conozca el estado del fruto no es posible fijar una fecha.