El interior de la tierra almacena, en forma de calor, una importante energía renovable. El subsuelo se convierte en un inmenso acumulador, una fuente de energía inagotable y limpia denominada energía geotérmica con la que, mediante la tecnología de bomba de calor, se pueden realizar instalaciones de climatización (calefacción y refrigeración) en casi cualquier punto de nuestra región. Así, la energía geotérmica se abre paso en el panorama de las energías renovables andaluzas, además del sol, el viento y la biomasa, en los que la comunidad autónoma es rica en recursos.

La energía geotérmica consiste en el aprovechamiento del calor del subsuelo, que se mantiene prácticamente estable las 24 horas del día y durante todo el año, alrededor de los 15 grados celsius a profundidades de más de dos metros. Esta temperatura es ya aprovechable para servicios como climatización o agua caliente sanitaria. Pero estas no son las únicas aplicaciones de la energía geotérmica, pues cuando se trata de yacimientos de alta, media y baja temperatura (entre 25 y más de 150 grados centígrados) se contemplan aplicaciones que van desde la producción de electricidad hasta los usos térmicos en los sectores industrial, servicios y residencial.

La Agencia Andaluza de la Energía ha hecho una fuerte apuesta por la incorporación de esta fuente renovable en hogares y empresas apoyando su implantación con el programa de subvenciones al desarrollo energético sostenible Andalucía A+. Así, entre 2005 y 2011, la Agencia Andaluza de la Energía ha incentivado 34 instalaciones de energía geotérmica con casi 650.000 euros, con un promedio de ayuda que representa el 36% de la inversión realizada. Concretamente, en la provincia de Córdoba la agencia ha apoyado con más de 37.000 euros tres instalaciones de geotermia en viviendas particulares para cubrir las necesidades de climatización y agua caliente sanitaria.

Sin ruido ni gases

Las ventajas que conlleva el empleo de la geotermia como energía renovable para uso doméstico frente a las tecnologías convencionales radica en que, además de que no ocasiona ruido, carece de impacto arquitectónico y evita la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, suponiendo un ahorro económico para el usuario que se sitúa en torno al 60% del coste energético asociado.

En la actualidad, la mayor parte de las instalaciones subvencionadas corresponden a viviendas unifamiliares, si bien son cada vez más empresas del sector servicios las que se suman a la implantación de éstas. Entre los casos más destacados en Andalucía se encuentra una instalación de climatización mediante bomba geotérmica que da servicio a un geriátrico de la localidad onubense de El Cerro de Andévalo; o el proyecto de una casa rural en el municipio de Alajar, de la misma provincia, que, además de abastecer parte de las necesidades de climatización mediante un sistema geotérmico, también genera agua caliente sanitaria. En la provincia de Málaga, por su parte, hay que nombrar la iniciativa de una guardería en el término municipal de Ronda, donde se ha instalado un sistema de energía geotérmica de muy baja temperatura con bomba de calor para la climatización mediante suelo radiante de los más de 1.800 metros cuadrados de superficie del recinto.

Para aprovechar el calor del subsuelo existen diversas posibilidades, siendo la fórmula más utilizada la que hace circular un fluido a través de una tubería en circuito cerrado capaz de extraer el calor del terreno y pasarlo a una bomba de calor, la cual aportará el salto extra de temperatura necesario para utilizar este fluido en la preparación de agua caliente sanitaria o en calefacción. Existe también la posibilidad de utilizar la instalación de forma reversible. De esta manera, en los meses de verano la misma instalación puede absorber calor del edificio y transferirlo al subsuelo a través del mismo circuito de tuberías. Así, el edificio cuenta con una sola instalación para calefacción y refrigeración y el yacimiento geotérmico recibe frío en invierno y calor en el verano equilibrando las aportaciones energéticas al terreno.

Otra de las grandes ventajas de estos sistemas reside en que las condiciones geológicas requeridas son poco exigentes, ya que en la práctica totalidad del territorio se puede aprovechar la estabilidad térmica del subsuelo. En Andalucía, según los datos aportados por la Agencia Andaluza de la Energía en un estudio sobre el potencial geotérmico que se encuentra disponible en su página web, es destacable la existencia de un importante potencial en el entorno de Granada, Sevilla y Córdoba, principalmente, donde una elevada densidad de población hace más rentable su uso en climatización.