El fenómeno del botellón semanal está en pleno retroceso, casi erradicado en Pozoblanco a excepción de fechas muy concretas que coinciden con fiestas locales. Así lo ha puesto de manifiesto la concejala de Juventud, Rosario Rossi, quien ha achacado esta circunstancia a las medidas disuasorias con controles de alcoholemia que se vienen practicando en los últimos años entre los vehículos conducidos por jóvenes, que son los que se utilizan para poner música en el botellón, con lo cual si falta este elemento este tipo de reuniones pierde atractivo.

Rosario Rossi ha afirmado que en la última Junta de Seguridad que se celebró el pasado mes de septiembre con motivo de la feria de las Mercedes, los representantes de la Subdelegación pusieron de relieve esta circunstancia que consideran atípica en comparación a lo que ocurre en otros lugares.

Por otro lado, la edil ha lamentado lo poco que se acercan los jóvenes pozoalbenses a la política incluso pare expresar sus necesidades. «Marcan mucho las distancias, lo cual es preocupante», señala. A pesar de ello, Rosario Rossi ha puesto en valor el trabajo que realiza el personal de la Casa de la Juventud, que es el que capta esas carencias juveniles y las transmite a la concejala. El último ejemplo ha sido la necesidad de actividades vacacionales que tenían ciertos jovenes y que se ha suplido con los campamentos de verano, «que han sido todo un éxito», apunta Rossi.