El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó ayer inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural con la categoría de Lugar de Interés Industrial, el Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo, así como sus inmuebles vinculados en este municipio y en los vecinos de Fuente Obejuna y Belmez.

Este conjunto, uno de los mejores referentes de la actividad minero-industrial andaluza durante los siglos XIX y XX, «alberga un variado patrimonio de edificaciones en las que predomina el eclecticismo y el historicismo, además de elementos propios de la arquitectura popular francesa», destacó ayer la Junta. A ello se añade el interés paisajístico, urbanístico y etnológico por su influencia en la evolución de la comarca del Guadiato y en la propia formación del carácter histórico y cultural de Peñarroya-Pueblonuevo.

El alcalde peñarriblense, José Ignacio Expósito, declaró ayer que «esto supone para el municipio la puesta en valor de nuestros recursos y una vía abierta para el turismo, siendo esta una fuente de ingresos para la economía local. De esta manera -continuó Expósito-, nuestra historia, que formará parte de la cultura, podrá llegar a mayor público».

Junto con el núcleo del antiguo Cerco, donde se sitúan los inmuebles más significativos al sur de la población, también se inscriben diversas edificaciones ubicadas en el casco urbano, las instalaciones ferroviarias y otros edificios y pozos mineros.

La primera de estas áreas ocupa una extensión de alrededor de medio millón de metros cuadrados. En ella se sitúa la zona más antigua, donde se explotó la mina Terrible y el pozo del mismo nombre, en torno al cual fueron levantándose las distintas instalaciones partir de 1845. Actualmente se mantienen en pie trece chimeneas, que son los elementos más llamativos del conjunto, y edificios notables por su singularidad arquitectónica. Entre ellos destacan los de la Fundición de Plomo, el Almacén Central, la Fábrica de Briquetas, el edificio del Planning, los silos de fertilizantes, los talleres de vagones, todos ellos construidos en el siglo XIX, y la central térmica, de principios del XX. En el Cerco Minero de Santa Rosa se conserva la base del castillete del pozo principal y el puente metálico del ferrocarril.

Respecto al casco urbano, sobresalen, entre otros, el edificio de la Dirección de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya, el Hospital Minero y el antiguo Colegio Francés.