La Consejería de Turismo y Deporte escogió ayer el Museo del Aceite Juan Colín, que abrió sus puertas en el año 2003 en el corazón de la Sierra de Montilla, para presentar su nueva Guía de Turismo Industrial, un documento que recoge los 114 elementos del patrimonio artesanal o fabril de la provincia que son susceptibles de recibir visitas turísticas.

En presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, y de los miembros de la familia Bellido Vela, que regentan la firma Aceites Bellido, el delegado de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Alcalde, destacó el «potencial turístico» de la industria, como demuestran las miles de visitas que recibe al año el Museo del Aceite Juan Colín, que ofrece a los visitantes una visión global de la manera en que se ha obtenido el aceite de oliva virgen extra a lo largo de los tiempos.

«El patrimonio industrial es también patrimonio cultural porque es expresión de la cultura de un pueblo manifestada en las actividades, habilidades, instalaciones, artesanías y oficios que han significado el crecimiento, el progreso y la mejora de las condiciones de vida de una población a lo largo del tiempo», defendió el delegado de Cultura.

Para Alcalde, «el turismo industrial proporciona un acercamiento a los procesos de producción y elaboración, a sistemas artesanales o tecnologías punteras, y a todas aquellas otras actividades que han marcado profundamente una forma de vida o un territorio», de ahí que se mostrara convencido de que el turismo industrial «propone al visitante una experiencia de profundización en conocimientos propios de ese territorio y refuerza los vínculos con el mismo».

Por su parte, Rafael Llamas elogió el valor de esta Guía de Turismo Industrial en la que aparecen hasta nueve empresas de la localidad, lo que convierte a Montilla en el segundo municipio, tras la capital, con un mayor número de referencias turísticas en este ámbito.

El primer edil montillano reiteró el interés del equipo de gobierno por «potenciar la actividad turística» en el municipio como «foco de generación de empleo y de riqueza».

En ese sentido, Rafael Llamas valoró positivamente el incremento en más de un 17 por ciento del número de visitas turísticas que registró la ciudad durante el año 2016, una tendencia que, a su juicio, «demuestra que el turismo se empieza a afianzar como uno de los motores económicos de Montilla».