Ayer regresó a la iglesia de San Juan Bautista de Cabra el ara del obispo Bacauda, que desde el pasado 22 de agosto se encontraba depositada en los almacenes del Museo Arqueológico Municipal de Cabra para ser estudiada por personal especializado en restauración y conservación de la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía. El objetivo de la inspección era determinar si esta pieza patrimonial había sido o no objeto de daños tras ser usada como base de la mesa del altar de la iglesia de San Juan Bautista del Cerro y conocer si había sido recortada tanto en su parte alta como en la base.

Para ello, y con la presencia de distintos responsables técnicos tanto de la Delegación territorial de Cultura como del obispado de Córdoba, el director del Museo Arqueológico de Cabra y el párroco de la iglesia de la Asunción y Ángeles, la pieza fue devuelta a la iglesia de San Juan Bautista a requerimiento de la Junta de Andalucía.

Según el escrito de la Delegación territorial firmado por su titular, Cristina Casanueva, al que ha tenido acceso este periódico, «realizadas dichas actuaciones por el personal técnico designado a tal efecto, y emitido el correspondiente informe, se aprecia que la rotura que presenta dicha pieza, y que es la que puede afectar a su integridad, no responde a actuaciones recientes sobre la misma sino que esta afección se remonta hace ya más de veinte años, y es por lo que esta delegación ha determinado que la misma vuelva al templo donde se hallaba ubicada, San Juan Bautista del Cerro, para su custodia y conservación, recomendándose su oportuna restauración teniendo en cuenta que se trata de bien histórico y arqueológico de importante significación cultural».

Se trata de una pieza de gran interés arqueológico del siglo VII, ya que es un ara romana reutilizada para la consagración de una iglesia en el año 650 por el mencionado obispo egabrense, siendo la manifestación epigráfica de la devoción mariana más antigua de la diócesis de Córdoba y una de las pocas de Andalucía.

Por otro lado, el arquitecto de la Delegación de Cultura en Córdoba volvió ayer miércoles a inspeccionar la iglesia de la Asunción y Ángeles, templo que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), para conocer in situ el resultado de la realización de una serie de obras y actuaciones llevadas a cabo sin autorización alguna y que, en este caso, ni se concedieron ni se solicitaron a la Administración autonómica.