El asfaltado de la explanada de la ermita de El Calvario de Priego, actuación que ha sido realizada con cargo al Plan Provincial de Inversiones Municipales Financieramente Sostenibles 2017, que asume íntegramente la Diputación de Córdoba, está generando en el municipio comentarios de todo tipo entre los detractores y los que se muestran a favor de esta actuación.

Así, lo que para unos ha sido considerado como «un error tremendo, una barbaridad y un gran destrozo» con este emblemático paraje, que además puede convertirse en un peligro que puede provocar caídas tras noches de heladas, para otros es una «acertada» respuesta a una demanda largamente planteada por los vecinos de la zona, cansados de las molestias que provocaba el polvo de la explanada y el barro que se generaba cuando llovía.

En este sentido, el presidente del Área de Obras y Servicios del Ayuntamiento prieguense, Juan Jesús Onieva, en declaraciones a Diario CÓRDOBA, mostró ayer su sorpresa por las reacciones que ha desencadenado esta actuación, máxime cuando «se ha realizado de mutuo acuerdo y a petición de los vecinos de la zona y de la propia cofradía de los Dolores», cuya sede se encuentra en la ermita de El Calvario. Según Onieva, «se han cubierto unos 1.900 metros cuadrados, con un pavimento antideslizante a base de hormigón impreso en la parte central, mientras que en el lateral, por donde circulan los vehículos, se ha colocado un hormigón fratasado», afirmando que el dibujo del hormigón «ha sido elegido por la propia hermandad de los Dolores y por los vecinos», como prueba de que en todo momento se ha mantenido informados a los afectados.

Aprovechando esta actuación, cuyo presupuesto asciende a 72.466,03 euros, el responsable del Área de Obras y Servicios indicaba que se han instalado las canalizaciones necesarias para la recogida de las aguas fluviales de la zona, que se han conducido al emisario principal ubicado en la calle Estación.