Cerrada a cal y canto desde hace años, la clínica de José Abril, lugar de nacimiento de varias generaciones de montillanos, presenta un «importante deterioro» de varias estancias interiores, así como de la propia fachada, ante la «evidente falta de mantenimiento del inmueble». Así lo atestigua un informe técnico que alerta del estado de conservación del inmueble, situado en la esquina de las calles Don Diego de Alvear y Hermanos Garnelo, a escasos metros de la plaza de la Rosa y de La Corredera.

La acumulación de vegetación en el patio de la vivienda y en el espacio exterior de una construcción anexa que lleva años en obras ha despertado las quejas de los vecinos de la zona por los «problemas de salubridad» que genera la «falta de mantenimiento» de ambos enclaves.

Por ello, el Área de Urbanismo giró recientemente una visita a esta casa solariega de finales del siglo XIX, durante la que pudieron constatar el mal estado de conservación de la vivienda, que lleva varios años en venta.

«Los vecinos de las casas colindantes han presentado reiteradas quejas por la presencia de palomas y otros animales en la casa, que se encuentra deshabitada, por eso desde finales del pasado año se está trabajando en localizar a los herederos de José Abril, que son los propietarios del inmueble, para que actúen», explicó a CÓRDOBA la teniente de alcalde de Urbanismo y Modelo de Ciudad, María Luisa Rodas.

Con todo, la situación que arrastra la casa viene de lejos. Y es que, según recoge el propio informe municipal, en el 2015 se denunciaron deficiencias similares sin que entonces se tomaran las medidas estipuladas por el Ayuntamiento, como el mantenimiento periódico de las zonas abiertas o el cierre de ventanas mediante tela metálica que evitara el anidamiento de las palomas.

Asimismo, junto al deficiente mantenimiento del edificio, desde Urbanismo apuntan a un «claro incumplimiento» de la normativa municipal sobre ornato público, debido al estado en que se encuentra la fachada que da a la calle Don Diego de Alvear, una estrecha vía enclavada en pleno casco histórico y en la que se hallan cuatro edificios incluidos en el Catálogo de Elementos protegidos. En este sentido, la responsable de Urbanismo apuntó que, si bien este informe señala «a modo de aviso» la necesidad de actuar en la conservación de la fachada, el Ayuntamiento no descarta «poner en marcha una orden específica de actuación» en caso de que sus peticiones no sean atendidas.

«Esta casa cuenta con una protección que recoge el desarrollo de obras de conservación y mantenimiento, de consolidación, de acondicionamiento y de restauración de elementos estructurales», recordó Rodas.

La casa de José Abril cuenta con una fachada de estilo regionalista andaluz, con zócalo de ladrillo y ventanucos para semisótano, junto a una gran portada de piedra natural con balcón superior y balcones y ventanales con forja en el piso superior.

Por su parte, el segundo inmueble recogido dentro del citado informe está comunicado con la casa de finales del siglo XIX y se trata de una construcción destinada a vivienda unifamiliar cuya edificación se encuentra paralizada desde hace más de veinte años.