La inauguración de la iluminación artística de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Montemayor ha culminado el proceso de restauración de este templo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que comenzó en el año 2013. La inauguración del nuevo alumbrado interior de la iglesia -que ha sido financiada por la Fundación Sevillana Endesa con la colaboración del Ayuntamiento de Montemayor- fue presidida por el alcalde de la localidad, Antonio García y por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que estuvieron acompañados por el presidente de la Fundación Sevillana Endesa, Antonio Pascual, y por el párroco del templo, Miguel Ángel Raigón, entre otros.

«Es una gran satisfacción contribuir a dar resplandor al interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde recientemente la Fundación Sevillana Endesa también iluminó la torre de este templo», señaló Pascual.

De esta forma, se trata de la segunda actuación que la Fundación Sevilla Endesa realiza en esta iglesia de estilo gótico-mudéjar y renacentista de finales del siglo XVI, en torno a la cual se construyó el centro urbano de Montemayor. En el 2007 se llevó a cabo la iluminación exterior de la torre de la iglesia.

En el proyecto de iluminación interior se ha utilizado tecnología LED, más eficiente y sostenible, que permite no solo ahorro de energía, sino que también se logra mayor confort visual, gracias a los focos de temperatura de color suave que respetan el color natural de los elementos.

El principal templo de Montemayor, y uno de los más relevantes de la Campiña Sur cordobesa, luce ya de la mejor manera tras haber permanecido cerca de 20 meses cerrado al culto, después de que el Obispado ordenase el cierre de la parroquia tras ratificar un informe de la Junta de Andalucía en el que se alertaba de fallos en el soporte de la cubierta y de movimientos de toda la estructura de madera existente, además de la existencia de fisuras y grietas en la zona de las bóvedas barrocas y en los muros interiores y exteriores.

Tras las obras de consolidación de la totalidad de las cubiertas del templo -para las que el Obispado destinó en torno a 200.000 euros-, se acometió posteriormente la rehabilitación de toda la solería de la parroquia, una actuación que llevó a cabo la firma montemayorense Construcciones Serrot. El pavimento se levantó bajo la vigilancia de la arqueóloga Francisca Jiménez.