El hotel Castillo de Palma del Río cierra sus puertas después de 28 años, un establecimiento hotelero de 67 habitaciones, con restaurante y cafetería, junto al Paseo Alfonso XIII, que se despide junto a los 18 trabajadores actuales.

Al calor de la Expo 92, la familia Castillo, con experiencia en el sector, había regentado una fonda que a finales de la década de los 50 se publicitaba como «la única en la provincia con piscina», inauguraba este establecimiento hotelero de gran capacidad en la ciudad. Ahora, en un escenario de pandemia, la dirección ha estimado cerrar las puertas y esperar tiempos mejores. No hay que olvidar que sus habitaciones y salones han tenido durante años a los usuarios de los viajes del Imserso, alojaba a un grupo cuando se anunció la crisis sanitaria.

Su director, José Ángel Castillo, no oculta que ha pesado en esta decisión la orden del Ayuntamiento de retirar la terraza de su nueva cafetería inaugurada en junio del pasado verano. Reconoce que «estaba pendiente el permiso de instalación de veladores, no hemos dejado de consultar al Ayuntamiento sin obtener respuesta, hasta que tras la reapertura por el covid la Policía Local, tras avisos, nos ordenó quitar la terraza».

Castillo dice que «hemos tenido abierta la terraza desde su apertura hasta el cierre por el coronavirus, ha estado abierta porque nadie nos dijo lo contrario, ahora con los tiempos que corren nos mandan quitarla». Argumenta que los clientes buscan espacios al aire libre y que sin esta estructura no se soporta el negocio.

Malestar en la hostelería palmeña, desde el Paseo Alfonso XIII el grupo que forman los 10 kioscos señalan no compartir las negativas que han encontrado a las propuestas que han planteado al gobierno local, dicen negativa a ampliar en una hora el cierre los fines de semana y ampliar terrazas en los paseos laterales. Recuerdan que hasta el verano pasado podían ocupar una franja de estos laterales. Este grupo, que está formalizando una asociación, también señala que «no es el momento de revisar porque estamos en una situación extraordinaria, se pierden puestos de trabajo».

La freiduría bar El Pescaíto, en El Paseo, ha informado a sus clientes de que cierra el 29 de junio. Dicen que «finalización de contrato y la única respuesta del Ayuntamiento es renovar con las mismas condiciones, así no es viable». La asociación de Empresarios, Empa, muestra su total apoyo a los empresarios desde la necesidad de cumplir con las legalidad, desde la prioridad sanitaria. Añade que «también creemos que es necesario facilitar y agilizar las medidas o acciones que se realicen». Desde el Ayuntamiento se argumenta la conciliación de descanso y ocio, no crear agravios comparativos, que los bares del Paseo tienen el espacio máximo concedido y que las terrazas necesitan seguridad.