Los municipios en los que la incidencia del coronavirus vivieron ayer su primera jornada laborable con la hostelería y el comercio no esencial cerrados, siguiendo la orden de la Junta de Andalucía para tratar de contener el virus. Y en todos, la sensación de los sectores afectados se debate entre la responsabilidad ante la difícil situación de sus pueblos y la frustración por considerar que «siempre pagan los mismos».

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En esa misma afirmación, y en la preocupación que genera el tener que seguir pagando impuestos a pesar de tener cerrado, han coincidido los presidentes del Centro Comercial Abierto de Pozoblanco y Hostepozo, Moisés Serrano y Miguel Ruiz, respectivamente.

Para Serrano, aunque se esperaban alguna restricción «porque los datos sanitarios eran muy alarmantes, no pensábamos que iba a ser un cierre completo». «Si ya ha habido varios negocios que han tenido que cerrar en Pozoblanco porque no han podido soportar los varapalos anteriores, cuántoa más cerrarán si este se prolonga en el tiempo», se pregunta. Serrano hace hincapié en que «el foco de infección no está en el pequeño comercio, pagamos siempre los mismos», dice. «Ahora nos enfocamos en la venta on line, redes sociales, páginas web o whatsapp para poder ofrecer nuestros servicios a los clientes». Desde Hostepozo, Miguel Ruiz afirma que «lo más fácil es cerrar la hostelería y a los comerciantes en vez de tomar otras medidas que se habían tenido que adoptar antes y no haber dejado pasar la mano como se ha hecho». Ruiz se lamenta de la desinformación que padecen porque no saben si a raíz de esta situación van a tener que pagar impuestos como el de autónomos o van a recibir alguna ayuda.

Ni con la Navidad

En Rute el cierre afecta a 42 bares y restaurantes, así como a comercios de ropa y zapaterías. En el sector hostelero cunde la resignación ante estas duras medidas, a la vez que reconocen que a pesar de la apertura de la Navidad, esta fiesta no ha tenido ni punto de comparación con otros años. Eva Díaz, portavoz de la Asociación de Comerciantes y Emprendedores de Rute (ACER), afirma que las restricciones lo único que están beneficiando es a las grandes plataformas de ventas on line, y asfixiando al comercio local y de proximidad, que vive en la incertidumbre.

En los mismos términos se expresa Clemente Molina, presidente de la asociación de empresarios de Peñarroya-Pueblonuevo (Asempe), que confirma que el sentimiento general de los hosteleros y empresarios del municipio es de «preocupación y desesperación al mismo tiempo. Es una situación complicada en todos los sectores y el cierre total de los establecimientos desencadena en un sentimiento de frustración».

En El Carpio, el presidente de Acerca (Asociación de Comerciantes y Empresarios de El Carpio), Antonio Polo, recuerda que «este es el mes que la hostelería y el comercio debe de pagar impuestos, por lo que el cierre durante 15 días es una losa más». Polo lamenta que «en este año observamos que el comercio y la hostelería son los que más se están sacrificando, pero vemos que una parte de la población no es responsable». Tampoco comprende algunas de las medidas que se han tomado. «Las medidas a medias tintas se ha demostrado durante este año que no sirven para nada. Hubiera sido preferible cerrar un mes por completo», concluye.

A los doce municipios con la hostelería y el comercio cerrados desde el domingo se unirán desde este miércoles Hinojosa del Duque, Nueva Carteya y La Rambla, donde el alcalde, Jorge Fernández, confirmó ayer 75 contagios en las últimas dos semanas.