El alcalde de Villafranca, Francisco Palomares, entregó ayer la Medalla de Oro de la villa a las Hijas del Patrocinio de María por prestar servicios a este pueblo. Esta imposición surgió a raíz de una petición pública que hizo el párroco de la localidad, Eugenio Bujalance. El acto tuvo lugar en la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, en una eucaristía en la que se resaltaron los valores del villafranqueño Padre Luis Pérez Ponce, uno de los fundadores de esta congregación, ante representantes de hermandades, colectivos y vecinos.

En su discurso, el alcalde explicó los procesos llevados a cabo para este reconocimiento, que se aprobó definitivamente en el pleno de marzo. Añadió que «las Hijas del Patrocinio de María hacen una labor humanitaria, educativa y asistencial en Villafranca», y explicó que «reciben este mérito por acoger a niñas huérfanas, a las más pobres y desamparadas, para darles una formación integral y liberadora». Así, destacó que llevan la bandera de la inclusión social por la atención a las necesidades y el fomento de la igualdad y por formar parte de la historia de Villafranca. Además, recordó sus años de niño en este centro. Esta congregación nació de la fusión de ideas de actuaciones de sus fundadores en 1919, padres Cosme y Luis Pérez Ponce. En el 2019 se cumplen 300 años desde que se puso en marcha en Villafranca el colegio Jesús María y José, 100 años bajo la tutela de las Hijas de Patrocinio y más de 25 años en la Escuela Hogar.

La madre general, sor Antonia García, señaló que «tuvo que ser aquí, en esta villa abierta, sin fronteras y acogedora donde Luis Pérez Ponce hizo realidad su sueño, luchar por la dignidad de la mujer en una época donde pocas personas se preocupaban de ellas, preparándolas para afrontar los retos de la sociedad y conseguir una autonomía intelectual que las liberase del sometimiento y la dependencia en la que se encontraban por la falta de cultura». Por último, mostró su agradecimiento y el acto concluyó con una convivencia.