La excavación arqueológica que se lleva a cabo en las termas orientales de Torreparedones ha puesto al descubierto once tumbas de época tardoantigua y visigoda en la zona sur y este. El arqueólogo José Antonio Morena explica que cuando el edificio de las termas se abandona, en época tardo antigua o visigoda -siglo VI o VII después de Cristo-, en torno a él hay tumbas de esa época, «que también nos dará alguna pista sobre la población que vivía aquí, para ello una antropóloga estudia los restos».

El alcalde de Baena, Jesús Rojano, señaló que se está ultimando la excavación y destacó el estado de conservación del edificio de las termas. En este sentido, Morena calificó de «impresionante», sobre todo, el estado de conservación de la parte más occidental, pues «estamos ante uno de los conjuntos termales más importantes de la bética». Añadió que cuando se lleve a cabo el proyecto de restauración y puesta en valor, en estas salas había caídas muchas piezas arquitectónicas de la parte sur, de las taquillas, que se van a recolocar en su sitio, «con lo cual el edificio va a ganar en altura». Sobre la campaña de excavación queda pendiente un sondeo que está autorizado en la parte del foro, detrás del templo, en esa manzana delimitada por las calles, en la que hay datos interesantes y «veremos qué resultados nos da en este mes que queda de campaña».

La Universidad de Córdoba tiene un convenio con el Ayuntamiento y tiene un papel de colaboración científica con esta excavación. El profesor Carlos Márquez señaló que el «estado excepcional de conservación» de las termas y que hay elementos suficientes para conocer la evolución de las mismas, que se fundaron hacia la mitad del siglo I después de Cristo. Afirmó que «a nivel español es de las más espectaculares». Además, se han dado a conocer diferentes hallazgos como una pátera para hacer libaciones, un pie de prensa de piedra, un estrigilum, utensilio de higiene corporal, una punta de lanza del siglo IV d.C. o un anillo hallado en una de las tumbas excavadas.