Con una temperatura primaveral, más de 8.000 personas, llegadas de distintos rincones de Andalucía, se acercaron ayer al recinto ferial de Villafranca para participar en la 39 edición de la Gran Huevada, festividad que comenzó en el año 1978 para conmemorar el día de la víspera de la llegada de la romería de San Isidro Labrador, patrón de esta localidad. A las 8.30 de la tarde comenzó la jornada festiva con una misa y luego tuvo lugar la procesión con San Isidro Chiquito, portado por niños del pueblo desde la parroquia de Santa Marina hasta el recinto ferial. Durante el recorrido les repartieron golosinas e incluso hubo fuegos artificiales. Una vez llegados a su destino, la imagen de San Isidro presidió uno de los encuentros gastronómicos más concurridos de esta localidad de casi 5.000 habitantes.

Tanto vecinos del pueblo, como de la comarca del Alto Guadalquivir, otros muchos venidos de Córdoba, e incluso de otras provincias que fletaron autobuses, no se quisieron perder la Gran Huevada, donde el Ayuntamiento ha habilitado un amplio espacio para que los cocineros no pararan de freír y freír, con aceite de oliva virgen extra de la última cosecha, de OB Oliva, los más de 20.000 huevos que se repartieron, con pan y vino de Montilla-Moriles. Éste último solo para los mayores de 18 años.

largas colas // Desde primera hora de la tarde ya se divisaban colas y colas de gente que hacía guardia para tener el honor de disfrutar de «un par de huevos fritos», decía un vecino de Córdoba que había llegado en un autobús con un grupo de amigos.

Los cocineros Lola León y Antonio Casado, que estuvieron hace unos días friendo huevos en el Mercado Victoria para difundir este día, ya llegaron entrenados para la gran cita de anoche, donde apenas se les veía las manos de la velocidad con la que cogían los huevos del cartón y los freían en los típicos peroles cordobeses. El propio Antonio Casado fue quien confirmó que la primera edición de este encuentro anual tuvo lugar en el año 1978, por lo que el año que viene cumplirá nada más y nada menos que 40 años.

La Gran Huevada tiene un interesante componente de cultura popular, siendo la antesala de la romería en honor a San Isidro Labrador, donde los villafranqueños practican el saber de la gastronomía con los elementos más sencillos de nuestra tierra.

Fue una velada de convivencia, en la que no solo se pudieron degustar huevos fritos, sino que los asistentes también pudieron bailar al son del grupo Vintash y de Inma Vilchez. Los cocineros no pararon de freír huevos hasta bien entrada la madrugada, pero la espera se hacía amena entre los asistentes, ya que entre bailes, bromas y selfies, «nos lo estamos pasando de lujo», comentaba uno de los jóvenes asistentes al evento y que llegaba de un pueblo vecino, «como suelo hacer todos los años, porque me encanta este ambiente popular», subrayó. La Gran Huevada de Villafranca es una de las pioneras en la provincia. Anoche tuvo lugar un momento emotivo, cuando el alcalde, Francisco Palomares, entregó unas placas de reconocimiento a Ricardo Torrecillas, Antonio Zamorano, Antonio Casado, Alfonso Rojas y Manuel Casado, que fueron los primeros en freír huevos.

fiesta singular // Asimismo, el alcalde, que presidió los actos y que, además, el pasado sábado fue el pregonero de las fiestas, dijo que «la Gran Huevada es y seguirá siendo la fiesta de todos los villafranqueños, que además sirve de promoción para la rica cultura gastronómica que ofrecen nuestros restaurantes». La noche del sábado tuvo lugar también el concierto de Paco Candela en la plaza de toros, y hoy, lunes, 15 de mayo, fiesta local en esta localidad, tendrá lugar la romería de su patrón, que partirá a las 9.30 de la mañana desde la parroquia para peregrinar hasta La Huertezuela, donde tendrá lugar la tradicional romería.