La fuerte lluvia que cayó ayer, sobre todo entre las once y las doce del mediodía, provocó varias incidencias en la provincia y en especial en la comarca del Guadiato. Las más destacadas fueron las ocurridas en La Granjuela, municipio que quedó incomunicado y al que solo podía accederse desde Valsequillo, que fue la vía por donde entraron los bomberos del parque de Peñarroya-Pueblonuevo. Los efectivos acudieron a socorrer a una familia, que quedó atrapada en su casa por el desbordamiento del arroyo Parrilla, un afluente del Guadiato. Fue el propio alcalde, Maxi Izquierdo, el que se desplazó hasta el lugar del suceso, avisando al 112 y el que, indignado, explicó que la inundación se debió a «la dejadez de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir». «Es desesperante que siendo un punto crítico declarado, la CHG no haga su trabajo y se pongan en peligro vidas humanas», afirmó en declaraciones a CÓRDOBA. Los vecinos afectados prefirieron permanecer en la planta alta de la vivienda, aunque les habían aconsejado que la desalojaran, hasta que llegaron los bomberos.

La lluvia que cayó también en Fuente Obejuna provocó un buen puñado de incidencias que se fueron solucionando a lo largo de la jornada, como el corte de carretera de Cañada del Gamo; el desbordamiento del arroyo situado a la altura del cerro Masatrigo, en El Porvenir, o la acumulación de agua en la calle Fuentenueva, que provocó la entrada de agua en un supermercado. El río Zújar volvió a desbordarse, provocando el corte de la carretera que une la aldea de Cuenca con la localidad pacense de Granja de Torrehermosa y también se vio afectada la vía que une al mencionado núcleo de población con la N-432. Todos estos lugares fueron visitados ayer por la alcaldesa de la localidad, Silvia Mellado, y la delegada del Gobierno andaluz en Córdoba, Esther Ruiz.

En Peñarroya-Pueblonuevo, los servicios de emergencias tuvieron que atender incidencias como el desbordamiento del arroyo de la Morena. La fuerte lluvia obligó a cortar la N-432, por lo que voluntarios de Protección Civil velaron por la seguridad de los automovilistas de la comarca.

En Montilla, las intensas lluvias provocaron dos derrumbes de viviendas, por lo que ya son cuatro las casas afectadas desde el miércoles pasado. La Policía Local decretó a primera hora de la tarde el cierre al tráfico de la calle Enfermería, tras registrarse la caída de la cubierta de un inmueble. Técnicos de Urbanismo constataron el colapso de la cubierta y de los forjados, que se encontraban en mal estado por la acción de las termitas. El desprendimiento provocó daños en su interior, aunque no hubo que lamentar daños personales ni en viviendas aledañas. A última hora de la tarde se produjo el segundo derrumbamiento de una casa en la calle Médico Cabello, que también estaba abandonada. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales.