Según explicaron ayer el teniente coronel jefe de la Comandancia de Córdoba, Juan Carretero; el comandante Emilio Muñoz y el capitán Toledano, el grupo estaba organizado en varios escalafones. El primero de ellos era el fabricante, que era el que abastecía de pastillas a otros dos de los detenidos, que se encargaban de distribuir la droga. Uno de ellos lo hacía en la comarca del Guadiato y el otro en la ciudad de Córdoba. Para ello, este último distribuidor se desplazaba hasta Peñarroya-Pueblonuevo, donde tras entrevistarse con el fabricante, ambos se dirigían a Belmez y recogían la droga para trasladarla en dos vehículos distintos hasta el domicilio del vendedor de Córdoba, que era el que procedía al reparto entre los consumidores.

El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo, calificó de «gran operación» la desarrollada por los agentes de la Guardia Civil de Córdoba, en una actuación en la que han participado varias unidades, como el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga, la Unidad de Policía Judicial, las unidades de Seguridad Ciudadana y las unidades territoriales.