La excavación que se lleva a cabo en las termas orientales de Torreparedones se centra ahora en la limpieza de un pozo, situado en el ángulo suroeste del edificio, que suministraba el líquido elemento para poder bañarse. El pozo, que es de planta circular, estaba totalmente colmatado y hasta el presente se han alcanzado los 12 metros de profundidad sin que se haya llegado aún al fondo. Está encañado con un anillo de piedras bien careadas y asentadas en seco, siendo su diámetro de dos metros. El arqueólogo municipal y director de la excavación, José Antonio Morena, señala que se trata de una «destacable» obra hidráulica que no solo abastecía de agua el edificio termal sino que, al mismo tiempo, «mejoraba la salud de los usuarios, como se deduce del altar dedicado a la diosa de la Salud hallado hace unos meses junto al pozo». En el interior del mismo se ha recuperado diverso material arqueológico de época romana, sobre todo cerámica de tipo industrial como tegulas, ladrillos, imbrices, cerámicas comunes, terra sigillata y algunas piezas de cierto valor como un anforisco completo, un braserillo de piedra que se usó como quemaperfumes, con su focus circular en la parte superior y varias monedas de las que destaca un denario de plata de Nerón. Estas últimas piezas podrían relacionarse con actividades rituales vinculadas con el culto a Dea Salus.