Las localidades de Lucena y Montoro celebraron ayer sus pregones de Semana Santa reuniendo a numerosos asistentes a los actos. En el primer caso, el discurso fue ofrecido por Antonio Palacios, registrador de la propiedad, y tuvo lugar en las catedralicias naves de San Mateo. Su pregón fue todo un ejemplo de conocimiento de la Semana Santa lucentina desde la óptica de un profundo sentido cristiano.

De otro lado, Julio César Casado ofreció anoche el pregón de la Semana Santa de Montoro. Lo popular y lo cercano fueron las notas dominantes de un montoreño con gran oratoria, que en varios momentos de su intervención recibió el aplauso de los asistentes al teatro, que llenaron el aforo.