Viesgo, la multinacional dueña de la central térmica de Puente Nuevo, tiene como objetivo «ser la primera empresa energética 100% descarbonizada del país». Y para lograr ese fin, la planta que posee en Espiel se convierte en una de las ocho de toda España que cierran este 30 de junio. Sin actividad desde de las 17.30 horas del pasado día 17 de marzo, y tras una larga negociación, para sus aproximadamente 70 empleados se han adoptado distintos acuerdos, que ha explicado el presidente del comité de empresa, Salvador Calderón.

En total, han sido 46 los trabajadores prejubilados, siete trasladados a la planta de Santander y cinco a la de Los Barrios, en Cádiz -instalación que también dispone ya de fecha definitiva de cierre-. El resto, 10 personas con edades comprendidas entre los 30 y los 54 años, quedarán en situación de desempleo.

Calderón destaca que la preocupación de los representantes de los trabajadores ha sido siempre «por los más jóvenes», y subraya también «lo importante que será este cierre para el empleo indirecto que generaba la central, unos 150 puestos». Calderón subraya que esta empresa era «el único motor que quedaba en el Guadiato» y lamenta «la escasa implicación institucional en este problema».

En cuanto a alternativas, el representante de los trabajadores explica que la planta, por sus características, «solo podría emplearse para la producción de energías renovables». Preguntada la empresa por esas alternativas, fuentes de la compañía se han limitado a responder que «Viesgo está en contacto permanente con el Gobierno de España, con el Ministerio para la Transición Ecológica y con la Junta para facilitar que el futuro del emplazamiento sea el más apto para la transición energética, analizando posibles opciones de desarrollo futuro de forma coordinada».

No obstante, el secretario general de la Federación de Industria de UGT, Pedro Téllez, ha informado del compromiso existente para presentar proyectos de captación de fondos europeos destinados a instalar en la zona empresas de energías renovables. «El punto de inflexión está en el punto de evacuación energética, que podría ser una concesión administrativa pública a través de Diputación, ya que afecta al Guadiato, que padece un déficit energético que impide la implantación de industrias», incide Téllez.

Pérdida para Espiel

El alcalde de Espiel, José Antonio Fernández, ha reconocido que en las negociaciones se ha mantenido «un poco al margen», aunque considera que «se ha llegado a un acuerdo satisfactorio, no sé si bueno o malo, pero satisfactorio». Para el regidor, Espiel es «el único pueblo afectado, porque dejamos de percibir el impuesto, que asciende a cerca de 590.000 euros, pero yo no soy de rasgarme las vestiduras, y como nos hemos preparado desde hace tres años, el presupuesto solo se resentirá mínimamente» y «nos adaptaremos a la nueva situación». Finalmente, en lo que respecta a las empresas auxiliares, estas «también se han ido adaptando paulatinamente a esta situación».