Una empresa española espera localizar en una finca del término de Villaviciosa de Córdoba el único yacimiento en Europa de cianita, un mineral considerado estratégico por su uso y la concentración de su producción mundial, lo que supondría convertir en autosuficiente al continente.

La importancia de este mineral viene dada por su poder refractario, de una gran utilidad en los hornos que se someten a grandes temperaturas, entre los que se encuentran los destinados a la industria aeroespacial, que permiten la elaboración de las placas de las naves que regresan a la atmósfera, por ejemplo, y por tener focalizada su producción en tres países, lo que le infiere un alto valor económico.

Actualmente, la producción mundial de cianita se centra en Sudáfrica, Perú y Estados Unidos, mientras que en España el último dato de explotación es de 1996, con las 50 toneladas que se lograron en el dragado, y posterior lavado, de los aluviones de los ríos de la zona de El Pino y Touro (La Coruña), según datos del Instituto Geológico y Minero de España consultados por Efe.

En tanto que la cantidad anual de la producción mundial del conjunto de minerales del que forma parte la cianita, con la andalucita y la sillumanita, se estima en un máximo de 500.000 toneladas, el cálculo de la empresa Tajus Minerals, SL, promotora del permiso de investigación en la finca villaviciosana de Campo Alto, es lograr entre 30.000 y 80.000 toneladas al año de material ya en condiciones de poner en puerto para su venta, para lo que es necesario tratar al menos el doble de mineral.

Uno de los redactores del proyecto y de los responsables de la empresa, Juan Carlos Martín, explicó a Efe que los cálculos, a expensas de poder hacer las prospecciones en el terreno, sitúan el filón en unos 15 millones de toneladas, lo que supone “un volumen bastante importante de reservas”.

Esta cantidad daría, con independencia del diferente grado de pureza que se diese en las distintas zonas del yacimiento, para tener en explotación la mina bastante más de los treinta años previstos de concesión administrativa inicialmente en la legislación. El permiso de investigación, que se encuentra en el penúltimo trámite en la Administración autonómica, abarca diez cuadrículas mineras, equivalentes a 300 hectáreas, cerca del núcleo de El Vacar, en uno de los márgenes de la N-432 Badajoz-Granada.

La manera de cómo una empresa de capital íntegramente español, con domicilio social en Aranjuez (Madrid), subcontratista de minas para multinacionales, con una explotación de yeso para la exportación en Alhendín (Granada), denominada ‘La Recóndita’, y con otros proyectos mineros en Andalucía recala en una finca del término de Villaviciosa de Córdoba, a una treintena de kilómetros de la capital, es fruto, reconoce Martín, de “una labor casi policiaca de información”.

“Como un ratón de biblioteca, obteniendo información de los archivos”, afirma, se hizo con unos estudios sobre la existencia de la veta de cianita cerca de El Vacar que existían en el Instituto Geológico y Minero de España y otro que había realizado en los años ochenta del siglo XX la sociedad Unión Minera del Sur, SA (Unisur), lo que planteaba “indicios suficientes”, en sus palabras, para ahondar en las pesquisas.

Unisur atravesaba entonces problemas de viabilidad, con una plantilla cercana al centenar de empleados inmersa en un proceso de conflictividad laboral, que acabarían con el cese de su actividad de extracción de fluorita, que ejecutaba desde la década anterior en Cerro Muriano, a unos quince kilómetros del previsible yacimiento de cianita.

La crisis minera, por la pequeña dimensión de las explotaciones cuando el mercado se abrió a grandes yacimientos y la reconversión industrial que se avecinaba, impidieron a Unisur sacar adelante el proyecto, que exige una fuerte inversión en la planta de proceso, pero no así llevar a cabo unas investigaciones sobre el terreno, que incluyeron voladuras a cielo abierto para la obtención de muestras y pruebas sobre el concentrado de las mismas.

Otra parte de esa labor detectivesca a la que alude Juan Carlos Martín permitió localizar en una pequeña escombrera cerca de la cantera Vértice, una de las que Unisur sacaba fluorita en Cerro Muriano, desechos de aquel material.

Las pruebas de concentrado dieron a Tajus Minerals niveles que lo hacen considerar como de “alta ley” (concentración por encima de la habitual) y, en consecuencia, el hecho de que la posible futura explotación sea “muy interesante”.

Pero las facilidades que en los 80 tuvo Unisur con la entonces propiedad de la finca de Villaviciosa de Córdoba no las encontró con los actuales dueños Tajus Minerals cuando en 2016 se interesó por la posible explotación minera del terreno y le ofreció un acuerdo económico, que no aceptaron.

De ahí, que el olfato de este ingeniero de minas llevase a bautizar el proyecto de investigación presentado ante la Junta de Andalucía como ‘La Cautiva’, en previsión de las dificultades que, de hecho, están teniendo con la propiedad.

Una vez que el Gobierno regional autorice la investigación sobre el terreno y, si se confirma la existencia del yacimiento y se conceda su explotación a Tajus Minerals, se procederá a la expropiación, en caso de que, finalmente, no haya acuerdo, en aplicación de la legislación en materia de minas.

De momento, el permiso de intervención arqueológica que debe hacerse de manera previa a la investigación minera, que Tajus Minerals tiene desde febrero de 2019, no ha podido ejecutarse al impedir la propiedad el acceso a la finca.