Ecologistas en Acción ha mostrado su rechazo a las autorizaciones expedidas por la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Córdoba para la caza de conejos en cotos de caza que han sido clausurados tras encontrarse cebos envenenados para el exterminio de predadores naturales.

Según ha informado la asociación en un comunicado, «hace algo más de un año se confirmaba que cebos encontrados en un coto de caza en Baena contenían Aldicarb, un potente insecticida que se retiró definitivamente para uso agrícola en el 2007. Sin embargo, no son pocos los casos en los que se ha utilizado esta sustancia para exterminio ilegal de carnívoros en los últimos 20 años. En el caso de Baena la investigación dio lugar, como establece la normativa autonómica, a la suspensión de la actividad cinegética del coto de caza donde fueron localizados los cebos envenenados».

«Lo sorprendente», continúa el comunicado es que ahora, amparándose en la resolución del pasado 2 de agosto por la que se adoptan medidas cinegéticas excepcionales por daños de conejos silvestres, «se nos informa que en el coto sancionado, al igual que en resto de los cotos clausurados por venenos, se permitirá la actividad cinegética si acreditan daños a cultivos». De esta forma, la suspensión quedaría sin efecto.

Los ecologistas entienden que la Administración pública debe actuar ante el control de daños en el campo, «pero debe hacerlo con garantías suficientes para el resto de la sociedad». En este sentido, consideran que la actuación debe ceñirse a aquellas zonas «donde haya problemas y se han solicitado censos previos a la determinación de excesos poblacionales de conejo sin que por el momento se cuente con dicha información, temiéndonos que la zonificación se haga por inercia».

La formación exige que se prohíba la caza del zorro, también como medida excepcional, allí donde se permita la del conejo por esa misma medida, y que se realice un plan para la diversificación vegetal de la zona con problemas que permita que los animales silvestres puedan obtener su alimento sin tener que atacar a los cultivos.

En el caso de cotos clausurados por venenos, cree que la única actividad cinegética, puntual y obedeciendo a daños reales sobre cultivos debería llevarse a cabo por la Administración pública, que es quien puede garantizar que dicha actividad obedezca a control y no a disfrute cinegético.